Echandole la mano a mi primo. (Relato Erotico)

Que tal chicos, esto que les contare me tiene un poco perturbado y es que hace tres meses se vinieron a vivir al estado, unos tíos de Morelia, entre ellos mi primo Antonio, es alto trigueño delgado tiene mi edad 18 años, es muy guapo, le digo que se parece a Tiziano Ferro y le da risa, de pequeños cuando nos visitábamos nos llevábamos muy bien y ahora que está cerca me dio mucho gusto porque lo estimo.


Hace una semana exactamente me vino a visitar cosa que ha estado haciendo seguido ya que no conoce a nadie más, a veces no tenemos otra cosa que hacer y nos ponemos a ver porno en mi cuarto y a masturbarnos, yo claro tratando de desviar la mirada y mirar su verga, la tiene morena chueca inclinada hacia su derecha no tiene circuncisión yo sí, y cuando nos venimos yo siempre es pensando en el. Pues entonces hicimos lo los últimos días, nos encerramos en mi cuarto y puse en la compu un video porno hetero claro, acomode la pantalla y nos tumbamos en la cama a masturbarnos cada quien con su verga claro, la tenia chiquita, siempre se la había visto ya dura pero ese día apenas se la estaba parando, se veía muy rica que ganas de mamársela pensaba yo cuando volteo veo que me veía que se la veía, me dio pena y continúe mirando el monitor y jalándomela, de pronto el dejo de jalársela y me quito mi mano de la mía y empezó a masturbarme el a mí, no quise ni voltear a verle, por un segundo me quede petrificado como estúpido y temblando yo también le agarre su verga y se la chaquetie, así estuvimos, yo no lo volteaba a ver solo tieso viendo la PC y jalándonosla el uno al otro, en un momento cerré los ojos y solo disfrute sentir su pene en mi mano, muy duro, como le bajaba su cuerito y quedaba descubierta su cabecita pegajosa e hinchada, podía sentir como recorría su sangre y lubricaba bastante, estaba yo tan excitado, el me masturbaba demasiado rápido y apretaba muy fuerte, no pude evitarlo y me vine, chorree su mano con mi semen y el no intento quitarla, por el contrario siguió chaqueteándomela y el con su otra mano se empezó a masturbarse rápida y fuertemente, agarrando los dos penes el de él y el mío cerró los ojos y empezó a venirse también a chorros, que ganas de beber toda ese leche calientita que soltó y limpiarle su pito con mi lengua, entonces fue que me soltó me volteo a ver y nos reímos, una risa entre nerviosa, entre cómplices, fue por papel y nos limpiamos se vistió y prendimos el Xbox y jugamos un rato como si nada pasara.


Desde entonces no ha venido a visitarme y aunque cuando me lo encuentro en la calle me saluda normalmente siento que algo paso ya que antes de que eso pasara diario estaba en mi casa, no sé qué hacer y me da miedo hablar de ello con él.