Cuando tenía unos 19 años solíamos juntarnos con mi amigo Fernando los fines de semana para comer unas pizzas, mirar unas pelis y boludear un rato, antes de salir a bailar. A esas reuniones también venían de vez en cuando Santiago y Damián, dos compañeros de la escuela.
Uno de esos sábados nos juntamos a comer los cuatro y justo un rato antes de salir se largó una tormenta de esas que no te dejan ni mirar para afuera, así que decidimos quedarnos adentro hasta que parara un poco. De puro aburridos nomás nos pusimos a jugar al Truco. Para hacerlo más interesante Fer sugirió que los que perdieran los partidos tenían que chuparle la verga durante 5 minutos a los del equipo ganador. Al principio nos cagamos de risa, pero después la idea prendió. La idea era que, quienes perdieran un "chico" tenían que chuparle la verga a los del otro equipo, y si perdían el partido completo, entregar el culo. Así nomás.
Entre chiste y chiste arrancamos el partido. Las parejas se formaron por Damián y Santi, y por otro lado Fernando y yo. El primer "chico" fue sencillo y lo ganamos Fer y yo por 30 a 24. Automáticamente les pedimos que nos chuparan las vergas y, si bien al principio no querían saber nada, después terminaron aflojando (creo que fue antes de que nos agarráramos a trompadas Damián y yo).
Con Fer nos sentamos en el sofá y sacamos nuestras vergas. Damián se arrodilló delante mío y, como quien no quiere arrancar, empezó a chupármela. Al principio fue pasarle la lengua, pero con el correr de los minutos fue mejorando y metiéndose la verga casi completa en la boca. Yo disfrutaba mucho de ver a Damián mamándome la pija porque no me llevaba muy bien con él, y verlo en esa situación era bueno para mi ego.
Por su parte, Santi le lamía la verga a Fer con bastantes ganas, o al menos eso parecía. Santi era un pibe fachero, con bastante levante, y me llamó la atención su actitud porque nunca había demostrado ninguna actitud gay. Fer, por su parte, no era muy fachero que digamos, pero tenía algo de lo que yo carecía: una verga enorme. Cuando vi su verga me felicité por jugar con él ante el riesgo de tener que comerme esa pijota.
Pasados los 5 minutos de rigor, cambiamos de mamador. Santi empezó a chupármela al toque. Lo hacía bárbaro y se metía toda mi pija en la boca. Yo, por mi parte, no podía dejar de mirar la verga de Fer. Había algo en ella que me llamaba mucho la atención... No sé cómo fue, pero esos 5 minutos se me pasaron al toque, así que volvimos a jugar.
El segundo "chico" fue más peleado, y nos tocó perderlo por 30 a 28. No hubo mucha discusión porque enseguida sacaron sus vergas y nosotros fuimos a lo nuestro. Primero me tocó Damián. Me preocupé cuando sacó su verga porque, si bien la de Fer era más grande, esta realmente metía miedo. Debía tener unos 19 ó 20cm y era bastante ancha. Mientras se la chupaba Damián me agarró de la nuca y me empujó hacia delante para que me tragara toda su carne, haciendo casi que le vomitara la pija. Mientras se la chupaba Damián decía "comete toda mi verga, puto! Vas a ver cuando te gane el partido cómo la vas a sentir en el culo! Te gusta la pija? Es grande no?" Yo no le contestaba porque era otra vez para agarrarse a trompadas.
Cuando me tocó cambiar, empecé a chupársela a Santi. Esa era una verga más normal, pero hermosa. Bien dura y carnosa, y con el prepucio que le tapaba toda la verga, aún en la mayor erección. Su pija sí me entró toda en la boca así que se la chupé con bastantes ganas. Creo que a Santi también le gustó mucho porque empecé a sentir los espasmos de su poronga previos a acabar, y no tuve mucho tiempo de sacar mi boca de ahì que me acabó en la cara. Había terminado los 5 minutos.
El partido final fue también peleado. Era más jodido porque ahí tocaba entregar el culo y con los antecedentes de Damián no quería sentarme en su verga. Por suerte nos tocó ganarlo por 30 a 28.
Fer fue a buscar unos forros y un enjuague para el pelo, mientras Santi y Damián se desnudaban y se acomodaban en 4 patas en el sillón. Nos preguntaron si había forma de negociar pero la obvia respuesta fue que no. Me calcé el forro, me paré detrás de Damián y le lubriqué el culo con el enjuague. Acomodé la punta de mi verga en su ano y entré si preguntar.
-Ay, forro! Entrá más despacio pelotudo! -fueron sus palabras.
Yo me cagué de risa y empecé a bombearle el culo sin miedo. Tenía un culito bien cerrado, lo cual me provocaba un enorme placer. Se lo veía mordiéndose el labio inferior (no sé si para no putearme o sólo del dolor) y con la cara roja. Yo seguí bombeando más despacio porque no quería acabar dado que todavía me quedaba probar el culo de Santi.
Creo que no llegamos a los 5 minutos porque escuché a Santi decirle a Fer que se la sacara porque le dolía mucho el culo. Como con Santi estaba todo bien, Fer accedió a liberarle el culo. Yo hice lo propio y cambiamos de pareja.
El culo de Santi también era apretado, pero evidentemente la verga de Fer había hecho lo suyo así que ahora entraba más fácil la mía. Entré lentamente mientras le abría las nalgas para ver bien la entrada.
Por su parte, Fer se paró detrás de Damián y lo penetró también con fuerza. Damián dio un gemido de dolor y gritó:
-Pará, pará que me duele!! ¡La concha de tu madre, Fer!
Fer no se hizo mucho problema y empezó a taladrarle el orto con ganas, cada vez más rápido. Yo no podía dejar de mirar cómo su verga entraba y salía del culo de Damián, y cómo la poronga de Damián se bamboleaba por debajo de su cuerpo, como un péndulo de carne. Escuchar a Damián gemir me daba mucho placer.
Cuando noté que estaba por acabar, me concentré en el culo de Santi y empecé a bombearlo más fuerte y bien hasta el fondo. Escuchaba los gemidos de Santi y me calenté hasta el punto de no poder parar, así que saqué mi verga, me quité el forro y le acabé en la espalda.
Creo que la escena también calentó mucho a Fer porque en menos de un minuto estaba haciendo lo mismo sobre el culo de Damián, que no paró de quejarse hasta que Fer salió de su culo.
Así terminó esa noche y nunca más hubo revancha al Truco... aunque sí hubo más historia con Fer, pero ese es otro relato...
Si gustó comenten que ayuda a seguir y mejorar. Y recuerden que comentar hace crecer la verga!
Uno de esos sábados nos juntamos a comer los cuatro y justo un rato antes de salir se largó una tormenta de esas que no te dejan ni mirar para afuera, así que decidimos quedarnos adentro hasta que parara un poco. De puro aburridos nomás nos pusimos a jugar al Truco. Para hacerlo más interesante Fer sugirió que los que perdieran los partidos tenían que chuparle la verga durante 5 minutos a los del equipo ganador. Al principio nos cagamos de risa, pero después la idea prendió. La idea era que, quienes perdieran un "chico" tenían que chuparle la verga a los del otro equipo, y si perdían el partido completo, entregar el culo. Así nomás.
Entre chiste y chiste arrancamos el partido. Las parejas se formaron por Damián y Santi, y por otro lado Fernando y yo. El primer "chico" fue sencillo y lo ganamos Fer y yo por 30 a 24. Automáticamente les pedimos que nos chuparan las vergas y, si bien al principio no querían saber nada, después terminaron aflojando (creo que fue antes de que nos agarráramos a trompadas Damián y yo).
Con Fer nos sentamos en el sofá y sacamos nuestras vergas. Damián se arrodilló delante mío y, como quien no quiere arrancar, empezó a chupármela. Al principio fue pasarle la lengua, pero con el correr de los minutos fue mejorando y metiéndose la verga casi completa en la boca. Yo disfrutaba mucho de ver a Damián mamándome la pija porque no me llevaba muy bien con él, y verlo en esa situación era bueno para mi ego.
Por su parte, Santi le lamía la verga a Fer con bastantes ganas, o al menos eso parecía. Santi era un pibe fachero, con bastante levante, y me llamó la atención su actitud porque nunca había demostrado ninguna actitud gay. Fer, por su parte, no era muy fachero que digamos, pero tenía algo de lo que yo carecía: una verga enorme. Cuando vi su verga me felicité por jugar con él ante el riesgo de tener que comerme esa pijota.
Pasados los 5 minutos de rigor, cambiamos de mamador. Santi empezó a chupármela al toque. Lo hacía bárbaro y se metía toda mi pija en la boca. Yo, por mi parte, no podía dejar de mirar la verga de Fer. Había algo en ella que me llamaba mucho la atención... No sé cómo fue, pero esos 5 minutos se me pasaron al toque, así que volvimos a jugar.
El segundo "chico" fue más peleado, y nos tocó perderlo por 30 a 28. No hubo mucha discusión porque enseguida sacaron sus vergas y nosotros fuimos a lo nuestro. Primero me tocó Damián. Me preocupé cuando sacó su verga porque, si bien la de Fer era más grande, esta realmente metía miedo. Debía tener unos 19 ó 20cm y era bastante ancha. Mientras se la chupaba Damián me agarró de la nuca y me empujó hacia delante para que me tragara toda su carne, haciendo casi que le vomitara la pija. Mientras se la chupaba Damián decía "comete toda mi verga, puto! Vas a ver cuando te gane el partido cómo la vas a sentir en el culo! Te gusta la pija? Es grande no?" Yo no le contestaba porque era otra vez para agarrarse a trompadas.
Cuando me tocó cambiar, empecé a chupársela a Santi. Esa era una verga más normal, pero hermosa. Bien dura y carnosa, y con el prepucio que le tapaba toda la verga, aún en la mayor erección. Su pija sí me entró toda en la boca así que se la chupé con bastantes ganas. Creo que a Santi también le gustó mucho porque empecé a sentir los espasmos de su poronga previos a acabar, y no tuve mucho tiempo de sacar mi boca de ahì que me acabó en la cara. Había terminado los 5 minutos.
El partido final fue también peleado. Era más jodido porque ahí tocaba entregar el culo y con los antecedentes de Damián no quería sentarme en su verga. Por suerte nos tocó ganarlo por 30 a 28.
Fer fue a buscar unos forros y un enjuague para el pelo, mientras Santi y Damián se desnudaban y se acomodaban en 4 patas en el sillón. Nos preguntaron si había forma de negociar pero la obvia respuesta fue que no. Me calcé el forro, me paré detrás de Damián y le lubriqué el culo con el enjuague. Acomodé la punta de mi verga en su ano y entré si preguntar.
-Ay, forro! Entrá más despacio pelotudo! -fueron sus palabras.
Yo me cagué de risa y empecé a bombearle el culo sin miedo. Tenía un culito bien cerrado, lo cual me provocaba un enorme placer. Se lo veía mordiéndose el labio inferior (no sé si para no putearme o sólo del dolor) y con la cara roja. Yo seguí bombeando más despacio porque no quería acabar dado que todavía me quedaba probar el culo de Santi.
Creo que no llegamos a los 5 minutos porque escuché a Santi decirle a Fer que se la sacara porque le dolía mucho el culo. Como con Santi estaba todo bien, Fer accedió a liberarle el culo. Yo hice lo propio y cambiamos de pareja.
El culo de Santi también era apretado, pero evidentemente la verga de Fer había hecho lo suyo así que ahora entraba más fácil la mía. Entré lentamente mientras le abría las nalgas para ver bien la entrada.
Por su parte, Fer se paró detrás de Damián y lo penetró también con fuerza. Damián dio un gemido de dolor y gritó:
-Pará, pará que me duele!! ¡La concha de tu madre, Fer!
Fer no se hizo mucho problema y empezó a taladrarle el orto con ganas, cada vez más rápido. Yo no podía dejar de mirar cómo su verga entraba y salía del culo de Damián, y cómo la poronga de Damián se bamboleaba por debajo de su cuerpo, como un péndulo de carne. Escuchar a Damián gemir me daba mucho placer.
Cuando noté que estaba por acabar, me concentré en el culo de Santi y empecé a bombearlo más fuerte y bien hasta el fondo. Escuchaba los gemidos de Santi y me calenté hasta el punto de no poder parar, así que saqué mi verga, me quité el forro y le acabé en la espalda.
Creo que la escena también calentó mucho a Fer porque en menos de un minuto estaba haciendo lo mismo sobre el culo de Damián, que no paró de quejarse hasta que Fer salió de su culo.
Así terminó esa noche y nunca más hubo revancha al Truco... aunque sí hubo más historia con Fer, pero ese es otro relato...
Si gustó comenten que ayuda a seguir y mejorar. Y recuerden que comentar hace crecer la verga!
24 comentarios - Truco Adolescente...(Relato)