Me tomaron de testigo por un robo en Puerto Madero. Prefectura me llevo a unas oficinas cerca del puerto entre Retiro y Aeroparque. Despues de casi dos horas y una tarde desperdiciada me dejaron ir. Ahi estaba, en medio de la nada esperando ver un taxi o algun colectivo que me saque de ahi. Comece a caminar y asi fue como vi a un enorme y maduro oso canoso. Nos miramos repetidas veces y me di cuenta que le gustaba. Coquetee con el y se me acerco.
Me pregunto que estaba haciendo por ahi y le explique lo que habia pasado, comenzamos a charlar y me conto que era de Rosario y que estaba ahi porque estaba esperando su turno para cargar su camion. Me calento la idea de estar con un camionero. Y parecia que a el lo calentaba estar con una cross; comenzo a manosearse el bulto.
-¿Que es lo que te gusta?- Me pregunto.
Cuando empece a contarle mis gustos cross su mirada se torno lasciva.
-Tengo el camion aca cerca, mi compañero esta durmiendo ahi.- Comento. (Dos camioneros!) Pense y alli fuimos. Su compañero era algo mas delgado, usaba bigotes y era algo calvo.
Javier, asi se llamaba el primer camionero, le conto acerca de sus planes conmigo.
Resulto ser que tanto el como el segundo camionero solian pagarles a travestis para cogerselas pero por alguna razon este segundo camionero no se animaba a cogerse a una nena cross. Decidio quedarse sentado del lado del conductor escuchando musica, estaba escuchando cumbia.
Esto no importo. Subi a la cabina y nos acomodamos en un compartimento detras que servia para dormir. Nos besamos y comence a pajear al camionero maduro. Tenia una verga gruesa y dura pero no muy larga. No tarde en metermela en la boca. Lo hice con tantas ganas que Javier no podia contener sus gemidos y sus comentarios de que le encantaban. En varias ocasiones se dirigio a su compañero para que se prenda en la fiesta. Al rato me pidio que me baje los pantalones y le de mi cola.
-Uy! No sabes lo que es esta cola! La tiene depilada, hermosa, mejor que la de mi esposa.- Comento a su compañero que nos espiaba por el espejo retrovisor.
Javier me chupo la cola con una cancha que me demostraba que era un asiduo chupador de ortos.
-Desnudate.- Me ordeno con tono de macho caliente.
Me puso en cuatro y me clavo su palo de carne, esa verga me abria el orto en cada embestida. Verlo al camionero solo con su camisa abierta dandome tremenda cogida, su panza llena de bello canoso, el brillo de su cuerpo empapado de sudor, todo era excitante. Un rugido anuncio el orgasmo de Javier.
Nos quedamos sentados descansando y tratando de bajar la temperatura de nuestros cuerpos. Javier trataba de convencer a su compañero que me cogiera, que tenia buena cola y que iba a ser mejor para sacarse la leche en lugar de pagarle a una travesti. Pero Jose, su compañero, no queria saber nada. O al menos eso decia, yo habia notado que su pene estaba erecto cuando Javier me montaba como un toro salvage.
Poco despues Javier volvia a tener su verga dura. Me la comi una vez mas y cuando estuvo a punto caramelo me sente sobre esa pija de dioses y lo cabalgue mientras miraba a los ojos a Jose que timidamente se masturbaba a escondidas.
-Dale Jose, prendete que esta buenisimo cogerse a este bebe. No sabes como le gusta la pija, le encanta la verga.- Alentaba Javier.
Yo miraba su bulto y cuando volvia a mirarlo a los ojos abria mi boca y me la señalaba. Nunca me habia sentido tan puta. Pensaba en todo lo que estaba pasando y yo sin mi ropita de nena. Notaba que Jose poco podia hacer para ocultar su calentura. Una verdadera lastima que no haya querido participar. Despues de ese segundo polvo fuimos a un deposito donde les engancharon un acoplado, Javier parecia que podia seguir cogiendo por horas y pense que asi seria pero debian irse, me acercaron a Retiro y se marcharon. Jose nunca se animo, una pena. Tal vez de haber tenido puesta ropita de mujer o al menos una bombacha la historia hubiera sido otra. Hubiese estado bueno ser enfiestada por dos camioneros en la cabina de su camion escuchando cumbia.
Me pregunto que estaba haciendo por ahi y le explique lo que habia pasado, comenzamos a charlar y me conto que era de Rosario y que estaba ahi porque estaba esperando su turno para cargar su camion. Me calento la idea de estar con un camionero. Y parecia que a el lo calentaba estar con una cross; comenzo a manosearse el bulto.
-¿Que es lo que te gusta?- Me pregunto.
Cuando empece a contarle mis gustos cross su mirada se torno lasciva.
-Tengo el camion aca cerca, mi compañero esta durmiendo ahi.- Comento. (Dos camioneros!) Pense y alli fuimos. Su compañero era algo mas delgado, usaba bigotes y era algo calvo.
Javier, asi se llamaba el primer camionero, le conto acerca de sus planes conmigo.
Resulto ser que tanto el como el segundo camionero solian pagarles a travestis para cogerselas pero por alguna razon este segundo camionero no se animaba a cogerse a una nena cross. Decidio quedarse sentado del lado del conductor escuchando musica, estaba escuchando cumbia.
Esto no importo. Subi a la cabina y nos acomodamos en un compartimento detras que servia para dormir. Nos besamos y comence a pajear al camionero maduro. Tenia una verga gruesa y dura pero no muy larga. No tarde en metermela en la boca. Lo hice con tantas ganas que Javier no podia contener sus gemidos y sus comentarios de que le encantaban. En varias ocasiones se dirigio a su compañero para que se prenda en la fiesta. Al rato me pidio que me baje los pantalones y le de mi cola.
-Uy! No sabes lo que es esta cola! La tiene depilada, hermosa, mejor que la de mi esposa.- Comento a su compañero que nos espiaba por el espejo retrovisor.
Javier me chupo la cola con una cancha que me demostraba que era un asiduo chupador de ortos.
-Desnudate.- Me ordeno con tono de macho caliente.
Me puso en cuatro y me clavo su palo de carne, esa verga me abria el orto en cada embestida. Verlo al camionero solo con su camisa abierta dandome tremenda cogida, su panza llena de bello canoso, el brillo de su cuerpo empapado de sudor, todo era excitante. Un rugido anuncio el orgasmo de Javier.
Nos quedamos sentados descansando y tratando de bajar la temperatura de nuestros cuerpos. Javier trataba de convencer a su compañero que me cogiera, que tenia buena cola y que iba a ser mejor para sacarse la leche en lugar de pagarle a una travesti. Pero Jose, su compañero, no queria saber nada. O al menos eso decia, yo habia notado que su pene estaba erecto cuando Javier me montaba como un toro salvage.
Poco despues Javier volvia a tener su verga dura. Me la comi una vez mas y cuando estuvo a punto caramelo me sente sobre esa pija de dioses y lo cabalgue mientras miraba a los ojos a Jose que timidamente se masturbaba a escondidas.
-Dale Jose, prendete que esta buenisimo cogerse a este bebe. No sabes como le gusta la pija, le encanta la verga.- Alentaba Javier.
Yo miraba su bulto y cuando volvia a mirarlo a los ojos abria mi boca y me la señalaba. Nunca me habia sentido tan puta. Pensaba en todo lo que estaba pasando y yo sin mi ropita de nena. Notaba que Jose poco podia hacer para ocultar su calentura. Una verdadera lastima que no haya querido participar. Despues de ese segundo polvo fuimos a un deposito donde les engancharon un acoplado, Javier parecia que podia seguir cogiendo por horas y pense que asi seria pero debian irse, me acercaron a Retiro y se marcharon. Jose nunca se animo, una pena. Tal vez de haber tenido puesta ropita de mujer o al menos una bombacha la historia hubiera sido otra. Hubiese estado bueno ser enfiestada por dos camioneros en la cabina de su camion escuchando cumbia.
5 comentarios - Camioneros y cumbia.