Esto sucedio hace unos años atras. Habiamos salido de vacaciones, el destino fue Merlo;San Luis.
Mi familia habia alquilado unas cabañas junto a otra familia de amigos de mis viejos. Estos amigos los conozco desde que tengo memoria y son algo asi como unos tios adoptivos, sus hijos son como primos y compartimos fiestas y salidas.
El tema, por raro que resulte, es que siempre hubo dos integrantes de esta familia que me calentaron (y mucho): Ruben, el padre y Rocio la hija. Hace unos años atras habia llegado a tener relaciones con Rocio pero el tiempo y de algun modo la culpa habian terminado con esa aventura a escondidas.
Durante la estancia en Merlo, en las jornadas de pileta, no pude resistir sacarle los ojos de encima a Ruben. Por algun motivo que desconozco, los hombres maduros me atraen enormemente, esa relacion de padre e hija me calienta a niveles insospechados.
Casi al final de las vacaciones se hizo un tremendo asado que dejo a todos knockout despues de almuerzo.
Hacia calor y la digestion impedia meterse en la pileta. Se habia tomado vino y durante la siesta todos dormian. Es decir, todos dormian menos yo.
Estaba dando vueltas por la cabaña cuando encontre la bikini de Rocio colgada en el lavadero. Me senti bastante segura de que nadie podria verme asi que la descolgue y me la puse. Aun estaba humeda del chapuzon de la mañana. Me senti muy sensual asi que sali a dar unas vueltas por el parque esperando que el sol me marque con sus formas.
Poco despues regrese a poner la bikini en su lugar. Alli estaba desnudo conlgandola cuando Ruben irrumpio en el lavadero. Senti que entraba en panico; alli estaba yo, desnudo con la bikini de su hija en las manos.
-¿Que estas haciendo con la malla de Rocio?- Pregunto serio.
-Nada. Se cayo y la estoy levantando.- Respondi de manera poco creible.
Ruben saco su pija y me la mostro. Luego, simulando, levanto la tapa del inodoro como si fuese a hacer pis.
-No parece. Deci la verdad. Yo te vi con la malla puesta.
Me quede en silencio. Sabiendo que me acusaria y se me vendrian miles de problemas.
Ruben sonrio.
-A ver; dale. Ponetela otra vez asi, por lo menos, veo como te queda.
Desconcertado volvi a ponermela. Sus gestos, al verme, eran de lividinoso.
-MIra que caliente estas.- Dijo señalando mi pene con su mirada.
Efectivamente, sin darme cuenta, mi pija estaba asomado por encima de la bombacha de la bikini de tanta calentura.
Su mano comenzo a acariciar su pene.
Se acerco y, haciendo un gesto para que no haga ruido, tomo mi mano y la llevo hacia su miembro. Estaba duro, bien duro, y zurcado de venas que parecian apunto de explotar.
-Dale, pajeame.- Ordeno.
Y eso hacia.
Asi estuvimos un largo rato hasta que se decidio tomarme de la cabeza con ambas manos y me acerco a su boca. Su lengua, fibrosa y firme, se introducia en mi boca dejando escurrir algo de saliva.
-¿Que queres hacer? ¿Te cojo o me la queres chupar?- Me dijo entre jadeos.
-Te la chupo.
Y me arrodille frente a el. Su pija estaba dura y humeda. Poco pudo hacer para contener el gemido provocado cuando mi lengua recorrio su glande. Abri la boca y deje que todo ese pedazo de carne entre; lo que hizo que se retuerza.
-Para que me vas a hacer acabar.- Dijo casi en un ronquido.
-¿No queres acabar?
-Si, pero dejame cogerte un poco.
Me levanto de los brazos y me hizo girar 180 grados en un movimiento brusco. Senti sus dedos deslizandose debajo de la bikini para bajarla hasta la mitad de mis muslos.
No sabia que esperar hasta que una caricia humeda atraveso mi ano de abajo hacia arriba. Desconocia que era lo que estaba pasando hasta que note que era su lengua. Mi cola estaba completamente humeda y relajada cuando el volvio a pararse detras de mi.
-No te asustes.- Dijo. -Es solo un poquito para sentir como es tu cola.
Y sin mas preambulos senti como me penetraba a pelo; carne contra carne. Era como tocar las estrellas con las manos.
Me bombeo durante unos minutos procurando no hacer ruido.
-Pajeate bebe.- Susurro en mi oido.
Mi semen no tardo en hacerse presente.
Despues de acabar me hizo arrodillar frente a el y deposito su verga en mi boca una vez mas. Su sabor habia cambiado. Tenia el sabor de mi ano.
-Asi. Asi. Asi.- Repetia mientras se la chupaba.
Se quedo en silencio, y luego, un timido ronquido. Mi boca se lleno de leche.
Mi familia habia alquilado unas cabañas junto a otra familia de amigos de mis viejos. Estos amigos los conozco desde que tengo memoria y son algo asi como unos tios adoptivos, sus hijos son como primos y compartimos fiestas y salidas.
El tema, por raro que resulte, es que siempre hubo dos integrantes de esta familia que me calentaron (y mucho): Ruben, el padre y Rocio la hija. Hace unos años atras habia llegado a tener relaciones con Rocio pero el tiempo y de algun modo la culpa habian terminado con esa aventura a escondidas.
Durante la estancia en Merlo, en las jornadas de pileta, no pude resistir sacarle los ojos de encima a Ruben. Por algun motivo que desconozco, los hombres maduros me atraen enormemente, esa relacion de padre e hija me calienta a niveles insospechados.
Casi al final de las vacaciones se hizo un tremendo asado que dejo a todos knockout despues de almuerzo.
Hacia calor y la digestion impedia meterse en la pileta. Se habia tomado vino y durante la siesta todos dormian. Es decir, todos dormian menos yo.
Estaba dando vueltas por la cabaña cuando encontre la bikini de Rocio colgada en el lavadero. Me senti bastante segura de que nadie podria verme asi que la descolgue y me la puse. Aun estaba humeda del chapuzon de la mañana. Me senti muy sensual asi que sali a dar unas vueltas por el parque esperando que el sol me marque con sus formas.
Poco despues regrese a poner la bikini en su lugar. Alli estaba desnudo conlgandola cuando Ruben irrumpio en el lavadero. Senti que entraba en panico; alli estaba yo, desnudo con la bikini de su hija en las manos.
-¿Que estas haciendo con la malla de Rocio?- Pregunto serio.
-Nada. Se cayo y la estoy levantando.- Respondi de manera poco creible.
Ruben saco su pija y me la mostro. Luego, simulando, levanto la tapa del inodoro como si fuese a hacer pis.
-No parece. Deci la verdad. Yo te vi con la malla puesta.
Me quede en silencio. Sabiendo que me acusaria y se me vendrian miles de problemas.
Ruben sonrio.
-A ver; dale. Ponetela otra vez asi, por lo menos, veo como te queda.
Desconcertado volvi a ponermela. Sus gestos, al verme, eran de lividinoso.
-MIra que caliente estas.- Dijo señalando mi pene con su mirada.
Efectivamente, sin darme cuenta, mi pija estaba asomado por encima de la bombacha de la bikini de tanta calentura.
Su mano comenzo a acariciar su pene.
Se acerco y, haciendo un gesto para que no haga ruido, tomo mi mano y la llevo hacia su miembro. Estaba duro, bien duro, y zurcado de venas que parecian apunto de explotar.
-Dale, pajeame.- Ordeno.
Y eso hacia.
Asi estuvimos un largo rato hasta que se decidio tomarme de la cabeza con ambas manos y me acerco a su boca. Su lengua, fibrosa y firme, se introducia en mi boca dejando escurrir algo de saliva.
-¿Que queres hacer? ¿Te cojo o me la queres chupar?- Me dijo entre jadeos.
-Te la chupo.
Y me arrodille frente a el. Su pija estaba dura y humeda. Poco pudo hacer para contener el gemido provocado cuando mi lengua recorrio su glande. Abri la boca y deje que todo ese pedazo de carne entre; lo que hizo que se retuerza.
-Para que me vas a hacer acabar.- Dijo casi en un ronquido.
-¿No queres acabar?
-Si, pero dejame cogerte un poco.
Me levanto de los brazos y me hizo girar 180 grados en un movimiento brusco. Senti sus dedos deslizandose debajo de la bikini para bajarla hasta la mitad de mis muslos.
No sabia que esperar hasta que una caricia humeda atraveso mi ano de abajo hacia arriba. Desconocia que era lo que estaba pasando hasta que note que era su lengua. Mi cola estaba completamente humeda y relajada cuando el volvio a pararse detras de mi.
-No te asustes.- Dijo. -Es solo un poquito para sentir como es tu cola.
Y sin mas preambulos senti como me penetraba a pelo; carne contra carne. Era como tocar las estrellas con las manos.
Me bombeo durante unos minutos procurando no hacer ruido.
-Pajeate bebe.- Susurro en mi oido.
Mi semen no tardo en hacerse presente.
Despues de acabar me hizo arrodillar frente a el y deposito su verga en mi boca una vez mas. Su sabor habia cambiado. Tenia el sabor de mi ano.
-Asi. Asi. Asi.- Repetia mientras se la chupaba.
Se quedo en silencio, y luego, un timido ronquido. Mi boca se lleno de leche.
2 comentarios - Vacaciones compartidas.
no hay fotos vestidita de nena?