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Una punk enfiestada en el cine.

Estoy registrada en una pagina de encuentros donde los hombres rara vez concretan. Todos te salen con los tapones de punta pero cuando mostras algo de actitud se van al mazo. Mi busqueda esta relacionada con los hombres maduros. Pasó bastante tiempo hasta que por fin una noche un tipo se decidió para hacer algo. Se llamaba Daniel. Me citó en un McDonalds en la Av. Santa Fe cerca de Callao. El tipo era casado, tenia hijos y esa noche estaba libre. Era viernes. Me habia puesto una medias de liga y ropa interior de encaje. Llevaba puestas unas calzas muy lindas y una remera de los SexPistols. Todo debajo de unos jeans y un buzo. Tomamos un cafe. Creia que se pinchaba. Daniel habia planeado llevarme a su casa pero temia que nos sorprendan sus hijos.
-Vayamos a un hotel. No tengo problema, de hecho, es mejor.- Le dije.
Fuimos a uno cerca de la Facultad de Medicina pero no habia habitaciones disponibles. Le propuse esperar pero a le deba mucha vergüenza. Cuando vi a Daniel enfilar para la puerta supe que se pinchaba. Lo seguí.
-¿Queres dejarlo para otro dia?- Le pregunte mas por compromiso que por proponerselo en serio.
-Te invito al cine.- Me contesto. Acepte, me parecio copado.
-¿Vamos al Alto Palermo, al Abasto?- Pregunte.
-No al centro.- Dijo parando un taxi.
Nos fuimos al centro, Esmeralda y Lavalle para ser exactos. Daniel pago y se nego a que le de la mitad. Me pidio que lo siga. Agarramos Lavalle y nos metimos en una galeria. El cine del que hablaba era un cine continuado las 24 horas porno. Me pago la entrada, pasamos. El cine quedaba en un subsuelo y estaba llenos de salitas donde proyectaban distintas peliculas. Estaba vacio. Nos instalamos en una donde pasaban peliculas de travestis. Me saque el pantalon y el buzo y los puse dentro de mi mochila.
-Aca no puedo maquillarme.- Le dije.
-No hace falta bebe, asi estas barbara.- Y comenzamos a besarnos y a franelear un buen rato.
Daniel estaba tan caliente que no me dio tiempo de saborear ese pedazo de carne, bastaron solo un par de subsiones con mi boca para hacerlo disparar hermosos chorros de leche. Se retorcio sobre su butaca.
-Ya vuelvo, voy al baño a limpiarme.- Me dijo antes de levantarse. Lo vi alejarse al tiempo que descubria varias figuras de hombres alrededor. No se de donde habian salido pero habian estado viendo toda la escena.
Despues de unos minutos me di cuenta que Danel no iba a volver. No sabia que hacer, era tarde, estaba caliente en un cine porno con un grupo de hombres y estaba vestida de nena punk rebelde. Amague con irme, mis ojos estaban acostumbrandose bastante a la poca luz y ya podia distinguir cuantos y que clase tipos eran los que me merodeaban. Eran cuatro, tres de ellos mayores. Entre 45 o 50 años y un pendex. Me levante y me acerque a la puerta, podia verse que afuera habia mucha luz. Volvi sobre mis pasos. Los cuatro tipos me cogian con la mirada. Una mano desconocida me acaricio la cola. El corazon me golpeaba el pecho. Volvi a sentarme. Comence a notar que me merodeaban como un grupo de lobos a su presa. El mas joven se paro a mi izquierda con su pija en la mano, masturbandose y blandiendola como una espada. Senti que alguien me acariciaba la cabeza. Gire para ver quien era, la verdad no importaba quien era. Me sonrio, cerro su mano tomandome del pelo e hizo girar mi cabeza hacia la pija del pendejo. El pendex no dudo en metermela en la boca. Empezo a bombearme los labios con la vitalidad de un cachorro lleno de energia. Sin previo aviso me la saco y otra pija entro en mi boca. Entre los sonidos de la pelicula se escucho un fuerte jadeo cuando entro hasta el fondo de mi garganta. Me la sacaron, un hilo de saliva unia mis labios con la cabeza de esa verga venosa.
-¿Queres ser nuestra putita?- Me pregunto uno de los maduros al oirdo.
Lo mire a los ojos y movi mi cabeza diciendo que si. Me agarro de la mano y me hizo parar. Entre todos me llevaron a un area sin asientos mientras me acariciaban. Colgaron mi mochila del respado de un asiento y todos comenzaron a sacar su pijas y a desvestirse. No paraba de comer vergas. Cuando empezaba a degustar una, me la sacaban y me metian una nueva. Uno de los maduros, un canoso de traje, me bajo las calzas y comenzo a comerse mi cola. Sabia como usar esa lengua. Estaba tan excitada que no podia contenerme. El primero en ponermela fue el pendex. ¡Que pija dura! No podia creerlo. Me empezo a dar murra como loco mientras otros me abrian las nalgas para ver como me entraba ese pedazo de carne. Senti como sus dedos se aferraban a mi cintura al tiempo que sus embestidas se volvian mas brutales. Escuche sus jadeos como rugidos. Me la saco.
-¡Cuanta leche tenias pendejo!- Escuche decir a uno de los otros tres. Gire para mirar, la punta de su forro colgaba lleno de semen.
-Vamos muchachos, aprovechemos que este hijo de puta le abrio el orto. Vamos, otro que se la ponga.- Dijo uno.
Y otro pedazo de carne me entro hasta el fondo. "Que culo hermoso, cuando lo pruebes no lo vas a creer." escuche decir mientras me comia uno huevos peludos. Senti como me la sacaba. "Veni, ponesela vos." Escuche esta vez. Esto es lo que me gusta de los maduros, no tienen apuro en acabar. Te disfrutan, te saborean cada rincon de tu cuerpo. Me comia esa pija hermosa, dura y llena de venas, levemente torcida y cabezona que apenas me entraba en la boca; haciendo jadear de placer a su dueño con cada garganta profunda mientras que los otros dos se turnaban para cogerme con paciencia. Esas vergas se sentian bien; no eran ni chicas ni gigantes. Podia sentir cuando entraban estirando las paredes de mi ano. La verdad me estaban matando.
-A ver muchachos; estoy por acabar. Me la quiero coger.- Dijo el que tenia enfrente.
Me abrieron los gluteos. Senti como ese pedazo de carne entraba. Primero unos bombeos suaves mientras ubicaba sus pies en una posicion comoda. Cada vez mas profundo. Me agarro con firmeza y empezo a embestirme como un toro. Sentir y escuchar como acababa fue increible. Un verdadero mancho maduro. Uno de los otros dos acabo mientras miraba. "Ver como te cogian me calienta mas que cualquier pelicula." Me dijo. El ultimo me la metio y despues de uno pocos bombeos acabo.
Estaba pajeandome cuando vi que el pendejo volvio. Me acaricio, lo acaricie. Nos besamos.
-Vamos pibe, cogetela otra vez.- Dijo uno de los maduros.
-¿Vamos a un telo? Yo te invito.- Me dijo.
Acepte y hacia alla fuimos. Pero esa historia se los cuento la proxima.

10 comentarios - Una punk enfiestada en el cine.

DaniloBljs
La verdad que muy excitante, y hasta emocionante, para ambos géneros. Creo que toda mujer en el fondo quiere que la abusen, y todo hombre quiere aprovecharse de una mujer. No sólo escribís bien, sabés lo que el público quiere. Me encantó!
nito56 +1
mmm no es mujer.. es relato Travesti..
fervarela
me volvi loco de la calentura!!!
quitokiki
excelente !!! me pusiste a mil !!!!
danicj
recuerdo mis epocas de punk jovencito, a los pantalones de cuero y borcegos altos, le agrega tanquita, depilacion completa de piernas, muchas veces usaba jeans rotos donde dejaba ver portaligas....la pase muy bien, se podria decir que gastaba mi tiempo siendo cogido por mis amigos y muchas veces por extraños, especialmente hombres de traje que son mi punto debil
jualma_crust
ke buenos ke son tus relatos la verdad entre todo lo ke pones mas ke sos punk me mataste!!!!
Barish3 +1
muy tarde leo este relato, pero me mato definitivamente
excelente
Hard-Chain +1
Si pendeja, no puedo parar de acariciarme la pija.... en cualquier momento saco la remera de misfits y los chupines del arcon y arranco para el cine loco!!!!!
LeoLeoMia
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LeoLeoMia
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