Chico_reputito dijo: Saludos a todos los poringueros/as, en esta oportunidad comparto mi segundo relato, espero que les agrade tanto como a mi en escribirlo, es un renacer de emociones hacer esto, cada vez me gusta mas.
Les contare como fue que conocí al hombre que me definió, y que me acostumbro a disfrutar los placeres sexuales de la vida.
APOLOGÍA DE UN PASIVO
DE MI VAGA ILUSIÓN AL PLACER REAL
PRÓLOGO
Siempre lo sentí desde temprana edad, desconocía totalmente de donde provenían estos extraños sentimientos, y que luego poco a poco se fueron haciendo mayores, el deseo por otro hombre, sabia que necesitaba guardar el secreto y sin embargo tuve la oportunidad de conocer chicos con los cuales compartí mis ociosidades, y solo esto me servia para darme cuenta que era irrevocablemente gay, que disfrutaba compartir con otro hombre, darme cuenta como miraba ansioso la forma, el color, el largo, el grueso, el tamaño de cada pene que veía en cualquier tipo de hombre, me causaba excitación, emoción, ansiedad y ganas enormes de sentirlos, una vez que lo probé, debo reconocer que el simple sabor me volvía loco, era lo que mas deseaba tocar, oler, acariciar, besar y tantas cosas mas, no me importaba de quien provenía, solo quería experimentar ese supremo premio, que para ese entonces lo reconocía de esa manera.
Una vez que ya conocía bastante bien como es ser puto en la vida, como todo vicio, necesitaba parar por un momento, como aquella frase que cita 'Después de la tormenta viene la calma', así fue, llego mi calma pero no por mucho tiempo.
Esos días estaba enfocado en otros asuntos personales, mis obligaciones ocupaban gran arte de mi tiempo y prácticamente mi vida sexual tuvo un receso considerable y necesario de mi parte.
EL ENCUENTRO
Me encontraba una tarde en un café compartiendo con uno de mis mejores amigos, llamado Adrian, él es de estatura promedio, morocho, cuerpo definido, espalda ancha, casi rapado, ojos negros, bastante simpático, algo frígido en sus relaciones sentimentales pero amigo incondicional. Estábamos sentados tomando un café,charlando sobre sus nuevas conquistas y su día a día, cuando apareció Él, un completo desconocido en aquel momento para mi, lo sabia, pero era indescriptible la manera en la cual ese hombre me vio, por supuesto yo no disimule en ningún momento y lo mire fijamente, iba saliendo del lugar, pagando la cuenta, se le veía solo y con una mirada algo cautiva, esas que te dejan con la incertidumbre de, ¿que estará pensando? para mi fortuna Adrian se encontraba a un lado hablando por teléfono cuando sucedió aquel encuentro de miradas con ese hombre, atractivo, provocativo y a la vez tan distante y fugaz. Él cancelo la cuenta y salio del local, le seguí con la mirada desde adentro, cuando observe que subió a su automóvil y justo antes de cerrar la puerta del carro, levanto la mirada y vio exactamente hacia donde me encontraba, en se instante me sentí nervioso, sabia que había captado su atención tanto como él a mi.
Luego de dos meses, seguí con mi rutina, bastante agotado, decidí ir a visitar a una de mis mejores amigas, Jennifer es heterosexual, y una de las pocas que conoce mis gustos homosexuales, habían pasado varias semanas sin verla y necesitábamos actualizarnos, contarnos todo, como acostumbrábamos. Esa tarde llegue a la urbanización donde reside mi amiga y mientras voy caminando en dirección a su edificio, observo de reojo un automóvil que se me hacia conocido, y va lentamente siguiendo mi ritmo, cuando volteo, con el vidrio derecho debajo observo el conductor, era Él, de nuevo nos encontrábamos, el hombre del café, se detiene y me llama - flaco, ven acá - completamente nervioso le contesto - si, ¿que pasa? - responde - Bueno es que recuerdo verte hace unos días, tu vivís por aquí?, si quieres te llevo - a regañadientes le solté: - No, tranquilo loco, justo voy a casa de una amiga por acá mismo, no te preocupes - voltea la mirada un segundo, la retoma y con insistencia me pregunta de nuevo - ah bueno, no hay rollo, me podes dar tu numero al menos? - y como quien no quiere la cosa dije - si, bueno ... - Era increíble la manera como me abordo directamente, particularmente siempre me han gustado ese tipo de hombres, que van por lo que quieren, sin vueltas.
Antes de las 6, regrese a mi casa, ya caía la noche, me encontraba solo y todavía no me podía sacar de la cabeza al hermoso macho que me había abordado hoy, comía unos deliciosos chocolates que me regalo Jenni, y suspiraba como tonto, imaginando aquel papasito en mi cama, solo recordaba su voz cuando me aseguro mas temprano - Bueno, listo, ahora te llamo para conocernos mejor - todavía no salia de mi asombro y de las casualidades.
Efectivamente me llamo, horas mas tarde, invitándome a su departamento, que queda en la urbanización donde vive mi amiga, resulta que era nuevo en esa zona y no conocía mucha gente, menciono de nuevo que se quedo intrigado aquel día en el café y que le agradaría si le aceptaba la invitación para salir a dar una vuelta y luego ir a su departamento a comer algo. Acepte, sin duda alguna, estaba listo para encontrarme con el, paso buscandome por casa, y luego de dar vueltas y vueltas literalmente esa noche por las calles de la cuidad, llegamos a su departamento.
Me sentía nervioso, emocionado, ansioso, estábamos solos en su lugar - donde efectivamente se observaba que se estaba mudando, tenia muchos de sus bienes en cajas y envueltos en plástico - me ofreció una bebida, acepte y luego de un silencio incomodo me pregunto - Fer, no? ... y tenes novio? - no -, le conteste, y solté - y vos te llamas Alex, Alexander no? con novio? - ¡para nada! - me contesto con una sonrisa picara.
En ese momento tomo el vaso de donde bebía, lo hace a un lado de la mesa y se sienta a mi lado en el sofá, y sin pensarlo me tomo del rostro y comenzó a besarme, era exquisita la manera en la cual me besaba, sentía su barbilla rozando mi delicada piel, me comía la boca, sentía sus ganas, mientras intercambiamos lengua, me abría mas y con sus labios me mordisqueaban hasta abordar de nuevo mi boca, me sentía sumamente excitado, y él también lo estaba, tomo mi mano y la coloco en su enorme paquete, ya tenia una erección consecuencia de nuestros besos, y tocaba aquel pene sobre el pantalón, parecía grande y estaba calentito, que ganas de sacarlo.
Luego se saca la pija del pantalón y me coloca la mano en ella y me pregunta - te gusta? - si! - le conteste con todo dulce e incitador - me la quieres chupar? - me sugiere - y asenté afirmativamente. Al levantar del sofá para desvestirse pude observarlo con detalle, Alex era un Dios Griego, aquel macho del café, que me intimido con su mirada era justo como lo imaginaba en mis sueños mojados, con un cuerpo definido, musculoso, completamente perfecto, tenia unos brazos enormes musculosos, un pecho y piernas velludas de macho que me encantaban. Era todo un semental, de 33 años de edad - me decía que era 2000% activo cogedor -, y era mio, solo mio, morocho, rapado, con barbilla de días que lo hacia aun mas sexy, fachero y todo un macho - al sacar su pija la puede detallar, era un enorme pedazo de 22cm de carne, larga, gruesa, venosa, y bastante cabezona, la tome de mis manos y estaba calentita, como lo había percibido antes, - chupamela - me ordeno con voz suave - hacele lo que vos quieras, es tuya - a lo cual accedí, la metí en mi boca y la empece a mamar, era suavesita, tibia y olía rico, tenia el olorsito natural a pija de macho, ese aroma que me volvía loco desde siempre, y que me provocaba devorarla toda, lamerla, y saborear cada centímetro de su trozo, mientras la chupaba oía como lo disfrutaba, el sentado en el sofá abierto de piernas y yo arrodillado mamandosela con desesperación, hacia meses que no probaba pija, estaba hambriento y necesitaba comerla toda, mientras la chupaba, bajaba y comencé a lamer sus huevos, pasarles la lengua de arriba a abajo, y succionarlos con delicadeza, darle besitos y chuparlos mas y mas, tenia unos huevos grandes, llenes de leche acumulada, me mantuve durante un largo rato mamandosela mientras me decía con gestos de sumo placer - que rico la chupas bebe - así pasale la lengua toda - cómela toda, devorate mi pija, putito - palabras que me excitaban aun mas, me hacían sentir putito obediente, complaciente y para eso me encontraba allí para satisfacer sus necesidades, lo masturbaba y no me sacaba la pija de la boca, rozaba mis labios por la cabecita, eso le encantaba, y volvía a tragarla hasta los huevos - eso hasta los huevos puto - me decía con rudeza, y completamente excitado.
Luego me detuve, y me tomo por la mano, nos levantamos y me comenzó a besar de nuevo, me rodeaba con sus musculosos y fuertes brazos, su pecho, y sus piernas velludas y grandes, abordaban las mías, me sentía en su poder , en sus brazos comiéndome la boca, me sentí tan frágil, tan deseado, tan sumiso, mi cuerpo delgado, blanco, lampiño, completamente definido, hermoso, con piel suave y delicada, conjugaba perfecta con su cuerpo trabajado y rudo, sus manos grandes rodeaban mis caderas, mientras me tocaba las nalgas, y jugueteaba con ellas.
Él decidido a cogerme todo, me ordena - vente, vamos a mi habitación - me tomo de la mano y fuimos en dirección a su cama ...
CONTINUARA ...
DE MI VAGA ILUSIÓN AL PLACER REAL
PRÓLOGO
Siempre lo sentí desde temprana edad, desconocía totalmente de donde provenían estos extraños sentimientos, y que luego poco a poco se fueron haciendo mayores, el deseo por otro hombre, sabia que necesitaba guardar el secreto y sin embargo tuve la oportunidad de conocer chicos con los cuales compartí mis ociosidades, y solo esto me servia para darme cuenta que era irrevocablemente gay, que disfrutaba compartir con otro hombre, darme cuenta como miraba ansioso la forma, el color, el largo, el grueso, el tamaño de cada pene que veía en cualquier tipo de hombre, me causaba excitación, emoción, ansiedad y ganas enormes de sentirlos, una vez que lo probé, debo reconocer que el simple sabor me volvía loco, era lo que mas deseaba tocar, oler, acariciar, besar y tantas cosas mas, no me importaba de quien provenía, solo quería experimentar ese supremo premio, que para ese entonces lo reconocía de esa manera.
Una vez que ya conocía bastante bien como es ser puto en la vida, como todo vicio, necesitaba parar por un momento, como aquella frase que cita 'Después de la tormenta viene la calma', así fue, llego mi calma pero no por mucho tiempo.
Esos días estaba enfocado en otros asuntos personales, mis obligaciones ocupaban gran arte de mi tiempo y prácticamente mi vida sexual tuvo un receso considerable y necesario de mi parte.
EL ENCUENTRO
Me encontraba una tarde en un café compartiendo con uno de mis mejores amigos, llamado Adrian, él es de estatura promedio, morocho, cuerpo definido, espalda ancha, casi rapado, ojos negros, bastante simpático, algo frígido en sus relaciones sentimentales pero amigo incondicional. Estábamos sentados tomando un café,charlando sobre sus nuevas conquistas y su día a día, cuando apareció Él, un completo desconocido en aquel momento para mi, lo sabia, pero era indescriptible la manera en la cual ese hombre me vio, por supuesto yo no disimule en ningún momento y lo mire fijamente, iba saliendo del lugar, pagando la cuenta, se le veía solo y con una mirada algo cautiva, esas que te dejan con la incertidumbre de, ¿que estará pensando? para mi fortuna Adrian se encontraba a un lado hablando por teléfono cuando sucedió aquel encuentro de miradas con ese hombre, atractivo, provocativo y a la vez tan distante y fugaz. Él cancelo la cuenta y salio del local, le seguí con la mirada desde adentro, cuando observe que subió a su automóvil y justo antes de cerrar la puerta del carro, levanto la mirada y vio exactamente hacia donde me encontraba, en se instante me sentí nervioso, sabia que había captado su atención tanto como él a mi.
Luego de dos meses, seguí con mi rutina, bastante agotado, decidí ir a visitar a una de mis mejores amigas, Jennifer es heterosexual, y una de las pocas que conoce mis gustos homosexuales, habían pasado varias semanas sin verla y necesitábamos actualizarnos, contarnos todo, como acostumbrábamos. Esa tarde llegue a la urbanización donde reside mi amiga y mientras voy caminando en dirección a su edificio, observo de reojo un automóvil que se me hacia conocido, y va lentamente siguiendo mi ritmo, cuando volteo, con el vidrio derecho debajo observo el conductor, era Él, de nuevo nos encontrábamos, el hombre del café, se detiene y me llama - flaco, ven acá - completamente nervioso le contesto - si, ¿que pasa? - responde - Bueno es que recuerdo verte hace unos días, tu vivís por aquí?, si quieres te llevo - a regañadientes le solté: - No, tranquilo loco, justo voy a casa de una amiga por acá mismo, no te preocupes - voltea la mirada un segundo, la retoma y con insistencia me pregunta de nuevo - ah bueno, no hay rollo, me podes dar tu numero al menos? - y como quien no quiere la cosa dije - si, bueno ... - Era increíble la manera como me abordo directamente, particularmente siempre me han gustado ese tipo de hombres, que van por lo que quieren, sin vueltas.
Antes de las 6, regrese a mi casa, ya caía la noche, me encontraba solo y todavía no me podía sacar de la cabeza al hermoso macho que me había abordado hoy, comía unos deliciosos chocolates que me regalo Jenni, y suspiraba como tonto, imaginando aquel papasito en mi cama, solo recordaba su voz cuando me aseguro mas temprano - Bueno, listo, ahora te llamo para conocernos mejor - todavía no salia de mi asombro y de las casualidades.
Efectivamente me llamo, horas mas tarde, invitándome a su departamento, que queda en la urbanización donde vive mi amiga, resulta que era nuevo en esa zona y no conocía mucha gente, menciono de nuevo que se quedo intrigado aquel día en el café y que le agradaría si le aceptaba la invitación para salir a dar una vuelta y luego ir a su departamento a comer algo. Acepte, sin duda alguna, estaba listo para encontrarme con el, paso buscandome por casa, y luego de dar vueltas y vueltas literalmente esa noche por las calles de la cuidad, llegamos a su departamento.
Me sentía nervioso, emocionado, ansioso, estábamos solos en su lugar - donde efectivamente se observaba que se estaba mudando, tenia muchos de sus bienes en cajas y envueltos en plástico - me ofreció una bebida, acepte y luego de un silencio incomodo me pregunto - Fer, no? ... y tenes novio? - no -, le conteste, y solté - y vos te llamas Alex, Alexander no? con novio? - ¡para nada! - me contesto con una sonrisa picara.
En ese momento tomo el vaso de donde bebía, lo hace a un lado de la mesa y se sienta a mi lado en el sofá, y sin pensarlo me tomo del rostro y comenzó a besarme, era exquisita la manera en la cual me besaba, sentía su barbilla rozando mi delicada piel, me comía la boca, sentía sus ganas, mientras intercambiamos lengua, me abría mas y con sus labios me mordisqueaban hasta abordar de nuevo mi boca, me sentía sumamente excitado, y él también lo estaba, tomo mi mano y la coloco en su enorme paquete, ya tenia una erección consecuencia de nuestros besos, y tocaba aquel pene sobre el pantalón, parecía grande y estaba calentito, que ganas de sacarlo.
Luego se saca la pija del pantalón y me coloca la mano en ella y me pregunta - te gusta? - si! - le conteste con todo dulce e incitador - me la quieres chupar? - me sugiere - y asenté afirmativamente. Al levantar del sofá para desvestirse pude observarlo con detalle, Alex era un Dios Griego, aquel macho del café, que me intimido con su mirada era justo como lo imaginaba en mis sueños mojados, con un cuerpo definido, musculoso, completamente perfecto, tenia unos brazos enormes musculosos, un pecho y piernas velludas de macho que me encantaban. Era todo un semental, de 33 años de edad - me decía que era 2000% activo cogedor -, y era mio, solo mio, morocho, rapado, con barbilla de días que lo hacia aun mas sexy, fachero y todo un macho - al sacar su pija la puede detallar, era un enorme pedazo de 22cm de carne, larga, gruesa, venosa, y bastante cabezona, la tome de mis manos y estaba calentita, como lo había percibido antes, - chupamela - me ordeno con voz suave - hacele lo que vos quieras, es tuya - a lo cual accedí, la metí en mi boca y la empece a mamar, era suavesita, tibia y olía rico, tenia el olorsito natural a pija de macho, ese aroma que me volvía loco desde siempre, y que me provocaba devorarla toda, lamerla, y saborear cada centímetro de su trozo, mientras la chupaba oía como lo disfrutaba, el sentado en el sofá abierto de piernas y yo arrodillado mamandosela con desesperación, hacia meses que no probaba pija, estaba hambriento y necesitaba comerla toda, mientras la chupaba, bajaba y comencé a lamer sus huevos, pasarles la lengua de arriba a abajo, y succionarlos con delicadeza, darle besitos y chuparlos mas y mas, tenia unos huevos grandes, llenes de leche acumulada, me mantuve durante un largo rato mamandosela mientras me decía con gestos de sumo placer - que rico la chupas bebe - así pasale la lengua toda - cómela toda, devorate mi pija, putito - palabras que me excitaban aun mas, me hacían sentir putito obediente, complaciente y para eso me encontraba allí para satisfacer sus necesidades, lo masturbaba y no me sacaba la pija de la boca, rozaba mis labios por la cabecita, eso le encantaba, y volvía a tragarla hasta los huevos - eso hasta los huevos puto - me decía con rudeza, y completamente excitado.
Luego me detuve, y me tomo por la mano, nos levantamos y me comenzó a besar de nuevo, me rodeaba con sus musculosos y fuertes brazos, su pecho, y sus piernas velludas y grandes, abordaban las mías, me sentía en su poder , en sus brazos comiéndome la boca, me sentí tan frágil, tan deseado, tan sumiso, mi cuerpo delgado, blanco, lampiño, completamente definido, hermoso, con piel suave y delicada, conjugaba perfecta con su cuerpo trabajado y rudo, sus manos grandes rodeaban mis caderas, mientras me tocaba las nalgas, y jugueteaba con ellas.
Él decidido a cogerme todo, me ordena - vente, vamos a mi habitación - me tomo de la mano y fuimos en dirección a su cama ...
CONTINUARA ...
11 comentarios - (Relato Gay) Apología de un Pasivo Vol.1
Gracias chicos!
Gracias! 😃
Pronto sacare la segunda parte! 😀
🤤
Gracias! 😬