Paja en el subte [Relato]

UN VIAJE EN SUBTE.
Lo que les voy a contar pasó hace muy poco. Ya antes había tenido una experiencia similar pero no tan clara como la que voy a contarles ahora.
Lunes, 13hs... Tenía que llegar lo mas rapido posible a Palermo, ya bastante tarde era. Estaba de traje, corbata (todo un ejecutivo) Bajé del tren, corrí hacia el subte y subí al primer vagón que pude en Constitución.
El subte Estaba repleto, quedé en el medio de un montón de personas, gente a mi derecha, izquierda adelante y atrás. Delante mio un pibe de unos 30 años, rubio, pelo cortito quedó con los brazos bajos, rozando con la parte posterior de su mano mi bulto. (algo bastante frecuente y sin importancia para quien se acostumbro a viajar en horas pico).
La presión de la gente, la posición en que quedé sumado a que no me molesta que un lindo flaco me toque el bulto hizo que me quede quietito contra su mano.
Ni bien el subte comenzó a moverse siento que el flaco se mueve un toque y me roza levemente el bulto... yo nada. No pasan 5 segundos que repite el movimiento. Me gustó, pero no sospeché nada. Repite el movimiento... de pronto el morbo me subió a la cabeza y como un reflejo mi pija respondió con una poderosa erección. El pibe, vuelve a rozar...
No sabría contarles como sucedieron las cosas después, con un descaro absoluto, el flaco percibe mi placer y pasó de rozar a tantear, todo tan paulatino, tan disimulado que era imposible resistirse.
Yo miraba la gente alrededor, temía que se dieran cuenta de algo... cada uno en su mundo. Lo miraba al flaco y era como si nada pasara... pero el tipo me manoteaba el ganzo. Masajeaba suavemente mi pija y ponía cara de nada. Yo miraba para otro lado y me desarmaba de placer. La gente a los costados... ya me empezaba a perseguir.

A medida que continuaba el viaje, hasta me daba la sensación que el flaco me gemía en la oreja. Estabamos recontrapegados. Yo relojeaba que nadie viera (que boludo yo, pero les juro que en ese momento era una mezcla de placer, temor y angustia). El pibe en eso me baja el cierre del pantalón y me acaricia por encima del boxer... yo moría de placer. Pero fue demasiado. Lo miré y le hice un gesto para que parara.
El pibe automaticamente entendió y paró. Me subí el cierre y de pronto veo otro pibe que miraba demasiado. No pasan 30 segundos que el rubio vuelve a la carga, me roza, me tantea y vuelve con sus masajeos por encima de la ropa. Era irresistible, miré para otro lado, no me importó que mirarara el otro pibe, no me importó que estuviera en el subte, no me importó que alguien pudiera conocerme ni que el flaco perverson me gimiera en la oreja... Acabé como nunca al tiempo que llegaba a diagonal norte.

Bajamos y sin mediar palabras el flaco se fue por su camino y yo por el mio. Todavía me quedaba hacer convinación con la linea D. Ese día llegué tarde...

Historia real. Crease o no.