Saliendo del pueblo y del closet
Tengo 28 años, delgado, lampiño, rostro fino casi femenino, aparento no más de 15 o 18, cola pequeña pero bien parada, cintura levemente marcada, pelo largo (media espalda), abdominales fibrosos, extremidades fibrosas pero delgadas, cuando me vista de nena, no se dan cuenta aunque esto lo hago solo cuando estoy con ganas de ganarme unos mangos extras, si me prostituyo y me gusta además, disfruto cada vez que alguien me levanta, me éxito y lo gozo como nunca.
Lo cierto es que tengo un buen pasar, salí del closet a los 18, provengo de un pueblito pequeño donde obviamente este tipo de actitudes son censuradas y perseguidas, no existe desgracia más grande que la de tener un hijo puto, más aún maricón como desde siempre me manifesté, fui criado por mujeres quienes se dieron cuenta desde la cuna de mi condición futura, así cuando por fin el asunto no daba para más y antes que se organizara un linchamiento en el pueblo, tías, abuela y madre, vendieron algunas pertenencias, echaron manos a las reservas que tenían en un lata detrás del ropero, me los dieron y así, sólo pero feliz partí del pueblo donde nunca tuve cabida, en la primera estación, el tren paraba 2 horas, la guita no era mucha pero no faltaba, así bajé a la estación, paseé por los negocios de fuera hasta que quedé como hipnotizado en un escaparate que tenía un maniquí que mostraba una short cortísimo y rojo y una blusa tipo top de la que te dejan el ombligo fuera, unos tenía de color rosa y estaba complementado con unos bijuterís de colores vivos y grandes, la cabeza estaba cubierta por una bandana tipo pirata bellísima. Si bien mi aspecto era maricón y me sentía marica, por todo lo que hasta recién viví en el pueblo tuve algo de pudor para entrar, preguntar el precio, probarme y comprarlo, me hice de coraje y entré, se me abrió el horizonte cuando me dí cuenta que la tienda estaba regenteada por man muchímo más asumido que yo, calzaba suecos de tacones, con total soltura nos saludamos como dos mujeres y charlamos de moda como si nos conociéramos de toda la vida, para hacerla corta diré que fue la misma dolores la que eligió mi primer vestuario, me lo probó y casi me lo regala, llevé un montón de atuendo de puta por algunas monedas, ya de salida me tentó, me dijo si por qué no salía de allí siendo toda una diva, no lo pensé mucho, me vestí, Dolores (dijo que así se hacía llamar) me maquilló y me fui corriendo antes que el tren me dejara, de pasada le di mi número, él el suyo me regaló unos lentes de sol y quedamos en que una vez establecido en Bs As me visitaría y cogeríamos a media ciudad, llegué justo, subí agitado, pasé con mi nuevo glamour por dos vagones, uno de ellos repleto de aspirantes a gendarmes, me dijeron todo tipo de cosas a lo que respondí con sonrisa y ademanes completamente femeninos.
Me ubiqué en mi sitio, el guarda tren me miró detenidamente, creía que no había pagado el pasaje, lo tuve que hacer entender que era un puto que acababa de disfrazarse de mujer, casi con desconfianza pero más bien temeroso, me dejó, me dejó, miraba la ventana, entraba el viento y el roce de la prenda tan femenina rozando mi cuerpo me calentó terriblemente, estaba medio aletargado muy metido en mis pensamientos cuando siento que uno de los aspirantes se sienta a mi lado, me saluda, lo saludo, sonrojado se mantuvo en silencio por bastante tiempo, de pronto me dice hace calor no..? le respondo con un seco sí mientras lo recorro con la mirada todo el cuerpo, vuelve a decirme lo mismo 2 o tres veces entrecortado, le vuelvo a responder de la misma manera aunque la situación ya me estaba causando gracia, por otro lado me enloquecía el hecho que me confundiera con una mina, cuando iba a repetir el qué calor no..? le paro y le pido que invente otra cosa, era bruto el pobre, aparte todo el vagón de aspirantes estaba a la expectativa de su resultado para el levante, respira profundo y me dice: decime nena: por cuanto me hacés una chupada? Casi muero me tomó por mujer y aparte por puta, no podía ser mejor, muy excitado le respondo: decime cuanto solés pagar? Y yo… este… 30 pesos, le digo dame 50 y te doy el culo, hecho me dice, me pasa los 50 y se baja el pantalón, eran cerca de las 4 de la tarde, fue el tiro más rápido que alguna vez tuvo alguien conmigo, le tomé de la pija y justo antes de ponerla en mi boca (menos de medio minuto) empezó a lanzar todo el semen acumulado de al menos un año, me limpié no podía echar a perder mi ropa nueva, me tendió la mano, se acomodó la ropa y se marchó.
A los 5 minutos otro de los aspirantes se sienta a mi lado, un poco más canchero que el anterior pero tampoco demasiado, hola, me dijo el Juan que sos puta y que cobrá 100 pesos, me dijo que los valés pero no tengo eso, sin mirarle le pregunto ¿Cuánto tenés? Y … por 70 que me hacés? Te la chupo hasta que acabes, y eso cuanto tiempo es? Me volvió a preguntar, y lo que aguantes tesoro le respondí, hecho me dijo, me dio los pesos, se acomodó al lado mío, se bajó los pantalones, me arrodillé y le empecé a chupar los huevos, le di dos o tres pajas y se vino en mi mano, le seguí chupando los huevos un rato más porque el aroma a macho que despedía me enloquecía, se acomodó, me dio 2 besos y se marchó, al instante ya estaba al lado mío el tercero con la misma cantinela, no me dijo mucho, me pasó los 100 y se bajó los pantalones, la tenía grande pero no tanto, le pedí que me cogiera por el culo, me dijo que nunca nadie le había dado el culo,
sinceramente me había olvidado del asunto que me creían mina, me puse en posición fetal de costado, le puse la cola, la escupió y me la introdujo brutamente me lastimó pero lo soporté, luego en medio de mi calentura creí que todo se pudría porque me empecé a meter mano buscando mi pija, me quita la mano y el busca mi concha, oh sorpresa, noooooo!!! Dijo, sos puto había sido, contotal descaro le digo y qué apenas le cambié una letra aparte, la estás gozando, sin dejarlo pensar me incorporo, me arrodillo y le hago garganta profunda, al darse cuenta de cómo se la chupaba, acaba copiosamente en mi garganta, me la trago para no ahogarme, repuesto le digo: y que tal? Te hizo gozar o no el puto? Me miró, me tocó la pija, la acarició y se vistió apresuradamente y se marchó.
A los 5 minutos todos en el vagón sabían que era puto pero la chupaba y cogía como ninguno, hicieron una especie de pacto secreto los muy machos y uno a uno se vino junto a mí para que le brindara placer a cambio de entre 50 o 100 pesos, al final del viaje donde ellos bajaron me habían cogido los 23 aspirantes que iban y estaba lleno de guita pero con la ropa desecha y llena de leche, el culo también, olía a pija y me gustaba, al llegar a la estación bajé, y tomé un taxí le indiqué la dirección de una pensión gay que me había dado Dolores, el taxista me llevó hasta ahí, bajé, entré, pregunté como me había dicho por el Tano, se presenta ante mí también un asumido de unos 50 y pico, llevaba zapatos de tacón, era medio gordo y usaba pollera, me miró desde atrás olió mi cuello, mi cara y me dijo: por lo visto sos de los nuestros tenés una baranda a pija impresionante, está bien te doy una habitación arriba, el baño al final de pasillo, hoy te dejo descansar pero mañana cuando amanezca te pruebo o te rajo a la calle, como toda respuesta, lo tomé del cuello y le di un beso de lengua mientras le palpaba el bulto y el culo.
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