Nunca había ido y hoy me animé a ver que onda en esos cines de los que tanto se habla... fui a uno en Suipacha pero ya estaba cerrado (domingo por la noche, temprano). Entonces pegué la vuelta y caí en lo que parece ser un mini-antrito en la calle Esmeralda al 500. Se llama ABC el cine... seguro que pasate por ahí porque siempre uno pasa por ahí, pero recién hoy, a esta altura de mi vida (32), empuje la puerta y entré... todo un mundillo allá adentro. Bueh, al final me metí en una de las salas: estaban dando una xxx hetero, nada del otro mundo. La sala esta era re chica, pero suficiente para el propósito; con algunos recovecos por los rincones y los reflejos de la película dejaban entrever manchas secas en la pared. Entré y me senté al toque en una última fila. En ese momento no había absolutamente nadie sentado en esa sala. Solamente había dos flacos apretándose contra una pared y unos 5 minutos más tarde abandonaron el recinto. Para ese entonces habían entrado dos personas más y se sentaron, mientras que otros tres pibes daban vueltas cerca mío... y buscando mi mirada (que molesto es saber que alguien te está mirando de atrás)... al final un morochito se me acerca tranquila y muy respetuosamente y me roza el bulto que por el efecto película HOT ya era evidente y ahí me efectúo la primera mamada -por supuesto que a cambio de nada, y tampoco iba a recibir nada de mi parte (cabe aclarar)... sí, soy bastante seco en ese sentido y no cedo. Fui con la idea de relajarme y gozar pero no "laburar" en ningún sentido. Bueno, el pibe se esmeró y fue inevitable: acabé al toque, como suelo hacerlo la primera vez pero seguía dura y el vago, después de un minuto volvió a la faena y yo no me negué -claro está. Pero quería sentir otra boca, así que educadamente lo despaché. De muy buena onda, el pibe me dijo: "che, mirá que acá son rápidos; cuida tu celu y la billetera". Le dije: "Muchas gracias por la data". Lo que no sabía este pibe es que ni por joda llevaba mi billetera encima -previendo que en ese lugar podría pasar cualquier cosa, jejeje (hombre precavido vale por dos). Y tampoco llevé mi celular "legal", sino un Nokia trucho de esos que nadie quiere y que si lo perdés, te da igual. Bueno, avanzando; como previamente comenté, me molestaba la idea de tener "espectadores" que me miraban de atrás... a esa altura ya era como si pudiera sentir las miradas perforándome la nuca. Yo seguía sentado ahí, en esa última fila y ya había empezado la segunda película. Entonces decidí ver la situación desde una perspectiva más amplia. Razón por la cual me levanté y me paré en el fondo de la sala. Seguían entrando y saliendo vagos y ahora, yo, ya recuperado del primer "polvillo", iba por más... Entonce fui yo el que empezó a mirar sigilosamente hacia los alrededores, como queriendo elegir quién sería el próximo privilegiado en ordeñarme bucalmente... Desventaja: soy de perfil bajo y muy reservado -eso me jugaba en contra, pero intenté entrecruzar miradas dentro de lo que la oscuridad de la sala permitía. Había un flaco de aspecto decente que me había interesado... se acercó y permaneció parado ahí por un par de minutos. Yo no sabía exactamente cómo hacerle entender que quería una segunda mamada a cambio de nada... o prácticamente nada. En ese momento desee que entrara alguna chica, pero mis ilusiones se desvanecían casi tan rápido como mi segunda erección, así que había que seguir concentrado en el plan. El flaco finalmente se paró detrás de mí (EPA! pensé; eso no estaba en los planes ni me agrada demasiado -o más bien, no me agrada nada. Quizás decodificó mal mi mensaje, pero había que actuar y pronto antes de que el mensaje mal decodificado se convirtiera en un acto no deseado. Procedí a pararme yo por detrás de él. Creí que eso aclararía como son las cosas conmigo. Resultó, se dio vuelta y gentilmente extendió su mano hasta ahí -yo, ni lerdo ni perezoso- me volví a desabrochar el jean y ahí íbamos de nuevo. Sabía que esto iba a durar más y requería más concentración de mi parte pero la emoción de la situación también contribuyó de manera positiva. Es cierto, esta vez colaboré y nos hicimos una especie de "cruzada"; con la diferencia que él incluyó la mamada -lógicamente por el mismo precio: nada. Tardé más pero llegué y le avisé que estaba por acabar. Se lo repetí dos veces y el hecho de que haya sellado prácticamente de manera hermética su boca alrededor de mi órgano me hizo comprender que quería que termine adentro de su cavidad bucal -y así fue... después pensé: "no puedo creer lo arriesgado que son estos flacos..." Yo estoy 100% sano y limpio pero sabemos que no todos lo están -y ojo, no discrimino con esto, pero hago un llamado de alerta a ser cuidadoso. El vago este después me dijo que era casado, que lo estaban esperando en su casa y todo el rollo. Cabe destacar que yo nunca le pregunté nada. Bueno, ahí se acabó todo y a pesar de que las pelis no dejaban de rodar, yo a esa altura ya no tenía más interés en nada. Sólo tenía hambre. Era tarde, domingo, cerca de la 1:00 AM (en realidad, lunes ya). Salí de ahí, y por detrás salió este flaco que me había hecho la segunda "gauchada". Sin mediar mayor diálogo, ahora le veía la cara -y viceversa. Siguió contándome más: era empleado de un negocio, específicamente vendedor en una casa de iluminación. También me contó que en el laburo no les dejan ver los partidos del mundial y recién el de hoy, Argentina-México es el primero que pudo ver en la casa de su viejo. Nos fuimos caminando por Lavalle hasta la 9 de julio donde cada uno tomó el correspondiente medio de locomoción rumbo a sus respectivos hogares. Una experiencia loca, muy loca para mí en una noche de domingo. Siempre se conoce algo nuevo. Quizá en otro momento de mucha calentura y soledad vuelva al sucucho céntrico de la calle Esmeralda. Lugares locos, momentos locos, si los hay. Espero que les haya gustado el relato -100% verídico. Hay algunos detalles más que omití porque me cansé de escribir, pero quizá los agregue en otra oportunidad o los añada en un segundo relato.
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