Les voy a contar una historia sucedida hace unos pocos veranos.-
En una màs apartada es frecuente la concurrencia de gays y travestis, aprovechando que una espesa vegetación la oculta de la vista de quienes transitan por la calle, y eso brinda privacidad para tener un rato de “esparcimiento”.-
Por eso, un domingo de enero de bastante calor, me dirigì a esa playa con la expectativa de encontrar algún travesti bajo el sol.-
Luego de recorrerla, en un costado de la playa, contra los àrboles, veo dos travas con enormes pechos siliconados que estaban tomando sol en topples, y enseguida iniciè la clàsica conversación con ellos.-
Me contaron que se llamaban Sabrina y Patricia, que eran de Buenos Aires, que estaban pasando unos dìas de vacaciones y aprovechando para ir todos los dìas a la playa, màs alguna noche que salìan a trabajar para achicar los gastos, pero que los últimos dìas solamente se habían dedicado a dormir y tomar sol.-
Entre el sol y la charla, màs algún roce de manos con piernas, la temperatura fue subiendo rápidamente, asi que decidimos recoger las cosas e instalarnos en un claro entre la vegetación, fuera de la vista de la playa.-
Mientras caminábamos, yo iba mirando las infartantes colas que tenìan las dos, y ya habìa notado que sus pequeñas tangas apenas podìan contener el “equipo” que portaban, especialmente Sabrina, que se adivinaba muy bien dotada, asi que ya me iba preparando para gozar a lo loco.-
Encontramos un amplio espacio entre los àrboles, extendimos la lona, e inmediatamente se quitaron sus diminutas sus tangas, mientras Sabrina me decìa : “dale papi, que no vinimos a jugar a las cartas”.-
Evidentemente estaban muy calientes, sobretodo Sabrina que ya tenìa una considerable erecciòn de su miembro (que era de un tamaño impresionante) y sin darme tiempo a nada me lo hizo tragar y chupar sin pausa.-
Eso me salvò, porque si me perfora con ese tamaño me mata Patricia se colocò detràs de mì, y luego de ponerse un preservativo y pasarme la lengua por el ano para dejármelo bien mojadito, lo cual me hizo calentar màs todavía, me penetrò con todo, mientras yo me seguìa comiendo todo el aparato de Sabrína, que a esa altura ya estaba duro como la rama de un árbol (e igual de grande).-
Que placer!!!.-
En un minuto me habìan llenado de pij…. por los dos lados, y me estaban dando como para dejarme liquidado!!!.-
Tratè de masturbarme, de tan excitado que estaba, pero no me dejaron.-
“No papi, que todavía falta que te la ponga yo”, me dijo Sabrina.-
Entonces cambiaron de posición: Patricia vino hacia adelante y me hizo chupársela toda, mientras yo sentía como Sabrina se movìa a mis espaldas preparàndose para ensartarme.-
Por suerte Patricia habìa hecho el trabajo de dilatarme previamente, pero cuando Sabrina me la puso hasta el fondo igual pensè que me desgarraba.-
Literalmente, me taladrò con su miembro duro y enorme, y empezò a bombear sin parar, adelante y atràs, mientras me apoyaba sus enormes tetas en la espalda.-
Yo sentìa que estaba por explotar si no terminaba, pero entonces me la sacó y cuando miré atràs ví que se habìa acostado en la lona, sosteniendo el aparato bien parado con las dos manos (que no llegaban a cubrirlo) y me decía : “ahora te vas a sentar en esta pija, papi, para que te llegue bien a fondo”.-
Ni que decir que me tirè encima de ese tronco y me lo enterrè hasta las bolas, tanto que me parecìa que me hacìa cosquillas en la garganta, mientras Patricia volvìa a metermela en la boca para que siguiera chupándosela.-
Como me hizo galopar ese trava!!!
Me daba cada sentada que era para perforarme de lado a lado!!!.-
Entonces Patricia comenzò a masturbarse y enseguida me tirò todo su semen en la cara y en la boca, dejàndome completamente chorreado.-
Pero Sabrina no parecìa dispuesta a terminar todavía, pero si a terminar con mi pobre cul…..-
Cuando se diò cuenta que Patrica habìa acabado y que entonces me tenìa para ella sola, me echò de espaldas, me levantò las piernas, se las apoyó en los hombros, y de un solo empujòn me penetrò de vuelta hasta el fondo, mientras me tiraba sus gigantescas tetas en la cara.-
Estaba tan alzada que ni reparò en que yo habìa caído fuera de la lona, acostado en la arena, pero siguió dàndome verg…. como si recièn empezàramos.-
Yo no podìa màs y necesitaba acabar de una vez, pero està vez me alentò dicièndome : “…pajeate papi, pajeate, que quiero ver como tiràs toda la lechita…”.-
No demorè mucho: con un par de sacudidas saltò y cayò sobre mi estòmago.-
Cuando Sabrina vió eso se arrancò el preservativo y comenzò a masturbarse ràpidamente.-
Tampoco ella demorò mucho : enseguida lanzò un chorro de semen tan potente que me cayò sobre el pecho y el cuello, y tan espeso como una gelatina.-
Yo miraba extasiado ese pene impresionante, que seguía hinchado y duro como al comienzo, mientras el cul… me latìa de placer!!!.-
Los dos travestis juntaron sus cosas para volver a la playa, ya que dijeron que querìan seguir tomando sol, y ahì me dejaron, tirado en la arena y cubierto de semen desde la cara hasta el ombligo.-
Pero antes de irse, Sabrina se diò media vuelta y me dijo : “volvé cuando te repongas, papi, que te voy a dar otra cogida igual a èsta…”.-
Volví varias veces a la playa pero no los encontrè màs.-
Y lo lamentè mucho, porque mi mayor deseo era que Sabrina cumpliera su promesa.
En una màs apartada es frecuente la concurrencia de gays y travestis, aprovechando que una espesa vegetación la oculta de la vista de quienes transitan por la calle, y eso brinda privacidad para tener un rato de “esparcimiento”.-
Por eso, un domingo de enero de bastante calor, me dirigì a esa playa con la expectativa de encontrar algún travesti bajo el sol.-
Luego de recorrerla, en un costado de la playa, contra los àrboles, veo dos travas con enormes pechos siliconados que estaban tomando sol en topples, y enseguida iniciè la clàsica conversación con ellos.-
Me contaron que se llamaban Sabrina y Patricia, que eran de Buenos Aires, que estaban pasando unos dìas de vacaciones y aprovechando para ir todos los dìas a la playa, màs alguna noche que salìan a trabajar para achicar los gastos, pero que los últimos dìas solamente se habían dedicado a dormir y tomar sol.-
Entre el sol y la charla, màs algún roce de manos con piernas, la temperatura fue subiendo rápidamente, asi que decidimos recoger las cosas e instalarnos en un claro entre la vegetación, fuera de la vista de la playa.-
Mientras caminábamos, yo iba mirando las infartantes colas que tenìan las dos, y ya habìa notado que sus pequeñas tangas apenas podìan contener el “equipo” que portaban, especialmente Sabrina, que se adivinaba muy bien dotada, asi que ya me iba preparando para gozar a lo loco.-
Encontramos un amplio espacio entre los àrboles, extendimos la lona, e inmediatamente se quitaron sus diminutas sus tangas, mientras Sabrina me decìa : “dale papi, que no vinimos a jugar a las cartas”.-
Evidentemente estaban muy calientes, sobretodo Sabrina que ya tenìa una considerable erecciòn de su miembro (que era de un tamaño impresionante) y sin darme tiempo a nada me lo hizo tragar y chupar sin pausa.-
Eso me salvò, porque si me perfora con ese tamaño me mata Patricia se colocò detràs de mì, y luego de ponerse un preservativo y pasarme la lengua por el ano para dejármelo bien mojadito, lo cual me hizo calentar màs todavía, me penetrò con todo, mientras yo me seguìa comiendo todo el aparato de Sabrína, que a esa altura ya estaba duro como la rama de un árbol (e igual de grande).-
Que placer!!!.-
En un minuto me habìan llenado de pij…. por los dos lados, y me estaban dando como para dejarme liquidado!!!.-
Tratè de masturbarme, de tan excitado que estaba, pero no me dejaron.-
“No papi, que todavía falta que te la ponga yo”, me dijo Sabrina.-
Entonces cambiaron de posición: Patricia vino hacia adelante y me hizo chupársela toda, mientras yo sentía como Sabrina se movìa a mis espaldas preparàndose para ensartarme.-
Por suerte Patricia habìa hecho el trabajo de dilatarme previamente, pero cuando Sabrina me la puso hasta el fondo igual pensè que me desgarraba.-
Literalmente, me taladrò con su miembro duro y enorme, y empezò a bombear sin parar, adelante y atràs, mientras me apoyaba sus enormes tetas en la espalda.-
Yo sentìa que estaba por explotar si no terminaba, pero entonces me la sacó y cuando miré atràs ví que se habìa acostado en la lona, sosteniendo el aparato bien parado con las dos manos (que no llegaban a cubrirlo) y me decía : “ahora te vas a sentar en esta pija, papi, para que te llegue bien a fondo”.-
Ni que decir que me tirè encima de ese tronco y me lo enterrè hasta las bolas, tanto que me parecìa que me hacìa cosquillas en la garganta, mientras Patricia volvìa a metermela en la boca para que siguiera chupándosela.-
Como me hizo galopar ese trava!!!
Me daba cada sentada que era para perforarme de lado a lado!!!.-
Entonces Patricia comenzò a masturbarse y enseguida me tirò todo su semen en la cara y en la boca, dejàndome completamente chorreado.-
Pero Sabrina no parecìa dispuesta a terminar todavía, pero si a terminar con mi pobre cul…..-
Cuando se diò cuenta que Patrica habìa acabado y que entonces me tenìa para ella sola, me echò de espaldas, me levantò las piernas, se las apoyó en los hombros, y de un solo empujòn me penetrò de vuelta hasta el fondo, mientras me tiraba sus gigantescas tetas en la cara.-
Estaba tan alzada que ni reparò en que yo habìa caído fuera de la lona, acostado en la arena, pero siguió dàndome verg…. como si recièn empezàramos.-
Yo no podìa màs y necesitaba acabar de una vez, pero està vez me alentò dicièndome : “…pajeate papi, pajeate, que quiero ver como tiràs toda la lechita…”.-
No demorè mucho: con un par de sacudidas saltò y cayò sobre mi estòmago.-
Cuando Sabrina vió eso se arrancò el preservativo y comenzò a masturbarse ràpidamente.-
Tampoco ella demorò mucho : enseguida lanzò un chorro de semen tan potente que me cayò sobre el pecho y el cuello, y tan espeso como una gelatina.-
Yo miraba extasiado ese pene impresionante, que seguía hinchado y duro como al comienzo, mientras el cul… me latìa de placer!!!.-
Los dos travestis juntaron sus cosas para volver a la playa, ya que dijeron que querìan seguir tomando sol, y ahì me dejaron, tirado en la arena y cubierto de semen desde la cara hasta el ombligo.-
Pero antes de irse, Sabrina se diò media vuelta y me dijo : “volvé cuando te repongas, papi, que te voy a dar otra cogida igual a èsta…”.-
Volví varias veces a la playa pero no los encontrè màs.-
Y lo lamentè mucho, porque mi mayor deseo era que Sabrina cumpliera su promesa.
1 comentarios - Encuentro en la playa