Con mi Compañero de Laburo

Hola a todos, soy Héctor pues empecemos por describirme: yo no diré lo clásico del mega cuerpo, pero bueno ahí voy: tengo 27 años, mido 1.75, delgado, ojos marrón claro, cabello negro, barba cerrada, blanquito. Soy arquitecto, y esto paso hace algunos años, en mi primer empleo:

Llegue el lunes por la mañana el primer día de trabajo, todo nervioso, me presente con el que iba a ser mi jefe, el cual me dio la bienvenida, me mostró las instalaciones y mi oficina, posteriormente me presento con el equipo de trabajo, -el es Héctor, a partir de hoy se integra con nosotros a trabajar- fui saludando uno a uno, – Sandra, pepe, Laura, Gabriela, marco, Alberto y Jorge- mucho gusto a todos-.

Mi oficina, quedaba a lado de la de Marco, un chavo un par de años mayor que yo, en ese entonces yo tenia 24 años, el, un poco más alto que yo, ojos verdes, con barbita únicamente debajo de los labios, la verdad, exactamente como me gustan, jeje. Los primeros días como no sabia el movimiento de la oficina, se me hacia fácil preguntarle, pero me fui dando cuenta que no le agradaba mucho que digamos, sus desplantes, sus actitudes, en fin, poco a poco se hacia más notorio que mi presencia le fastidiaba al muchacho, cosa que a mi me importaba muy poco.

En esas fechas me independice, por lo que hice una fiesta en mi nuevo apartamento, invitando a todos los de la oficina, incluyendo a Marco, el cual no me dio respuesta de si se presentaría o no, la fiesta estuvo genial, todo mundo fue claro todos excepto mi extraordinario amigo don amarguito, jeje. En fin, no le tome mucha importancia y lo deje pasar.

Transcurrieron las semanas, y todo seguía igual, ambiente agradable, realmente no me podía quejar, a excepción de algunas cosas extrañas que me empezaban a ocurrir, como que mi computadora misteriosamente se quedaba sin batería, o que mi carnet de entrada se había extraviado, lo cual era muy incomodo ya que la porquería la tenias que pasar todos los días por una entrada electrónica, y obvio sin ella no podías pasar, lo reporte, pero como todo, nadie se hizo responsable.

Una noche ahí como de la 1 am me encontraba durmiendo y suena el teléfono – si hablo del departamento norte de policía, para informarle que el sr Marco rojas fue detenido ya que se encontraba en estado de ebriedad y estrello su vehículo en propiedad privada- a lo que la llamada me saco de onda por la hora y solo respondí – lo siento Sarita, pero se equivoco de numero- cegando el teléfono, me di la vuelta y me dispuse a volver a dormir, pero en ese instante recordé (si efectivamente el ebrio era el marco de mi oficina) me levante extrañado, primero por que el amigo casi nunca tomaba, bueno al menos siempre que lo invitábamos no iba, y segundo ¿por que me llamaron a mi?, en fin, me puse un pantalón, una chamarra tome mi coche y fui a la delegación, pregunte por él, me explicaron que el dueño de la propiedad no había levantado cargos, pero por estar borracho tenia que pagar una multa o pasar una horitas detenido, pague la multa, me entregaron sus cosas y me ayudaron a subirlo a mi carro, por que efectivamente estaba muy alcoholizado. no sabia que hacer si llamar a su familia, o llevarlo a su casa, así que lo lleve a la mía, me costo mucho trabajo subirlo, le quite la ropa, ya que apestaba a alcohol, dejándolo en bóxers, y playera, lo acosté en el cuarto de visitas, y por un momento me quede sentado admirando como dormía, imaginando un sin fin de cosas, pero solo eso, imaginando cosas. antes de salir de la habitación, deje sus cosas sobre una silla incluyendo su cartera, la cual curiosamente abrí, era una billetera normal, dinero, tarjetas, identificaciones, pero había algo mas: era una fotografía mía en la oficina, y mi carnet extraviado, más me saque de onda, pero el tipo estaba tan borracho que ni como preguntarle, entendí por que la agente de la delegación me había llamado, decidí dejarlo dormir, y preguntarle al otro día.

Por la mañana, me levante, hice el desayuno, le deje ropa limpia y una nota y me fui a trabajar, la nota decía algo como: espero te sientas mejor, te dejo ropa limpia ya que la tuya esta en la lavadora, hay desayuno en la cocina, nos vemos al rato, las llaves de tu carro, yo las tengo, yo explico e la oficina tu falta, al rato platicamos.

Cuando regrese a casa, aún estaba ahí, traía la ropa que le había dado – hola- hola- respondió, – me tome la libertad de darme un baño- si no hay problema, que bueno que te quedo la ropa- si gracias.

-¿Por que lo hiciste?- me pregunto

- ¿Hacer que?
-Sacarme de la delegación-
-Bueno creo que tu también hubieras hecho lo mismo. ¿no?

-Si creo que si
-Gracias
- Y tu, ¿por que lo hiciste?, por que tomaste tanto, por que traes mi carnet en tu cartera, ¿tu fuiste? ¿tu la tomaste, tu me hiciste todas esas malas bromas?

A lo cual el solo se quedo callado sentado en el sillón

- yo se muy bien que no te caigo bien, pero ¿porque meterse con mi trabajo?
- No, no es que me caigas mal,

- ¿Entonces?- pregunte, el se levanto- no te puedo decir- y se dirigió a la puerta, le grite- ¿ no me puedes decir, así nada mas, y que así se queda todo?, explícame- yo ya algo molesto, le gritaba, él se acerco y sin avisar me beso y me dijo- por que me gustas ya, eso es lo que querías oir, desde el maldito primer dia que llegaste me gustaste- yo solo me quede callado, no supe que responder, él al no ver respuesta alguna, se dio la vuelta y se dirigió a la puerta, iba saliendo cuando lo detuve del brazo, lo jale, y lo coloque justo entre la pared y yo, lo tome de los hombros- adelante pégame estas en todo tu derecho- me dijo- y quien dijo que te iba a pegar- lo tome del rostro con una mano, y lo acerque hasta juntar mis labios con los suyos, lo bese sinceramente no se por cuanto tiempo, y le dije- tu también me gustas y mucho- nos fuimos despojando de la ropa hasta quedar en bóxers, los dos, piel con piel, besándonos y dejando salir toda la pasión que traíamos acumulada, fui recorriendo su cuerpo con mis labios, su cuello, su pecho, sus pezones, su abdomen, lo tire sobre el sofá y sin pensarlo dos veces le quite sus bóxers, llegue a su cadera y me introduje todo su pedazo de carne a la boca, gimiendo de placer, él me tomo de la cara y me subió hasta el, besándome y acariciando mi cuerpo, parados los dos, él se coloco detrás mío, besándome el cuello, siguiendo por mi espalda, hasta llegar a mis nalgas, me las mordisqueo tiernamente, y llego hasta mi ano, me dio la mejor chupada de culo que jamás me han dado, se incorporo, me abrazo colocándose nuevamente atrás de mi, dejando sus brazos en mi pecho, besando nuevamente mi cuello, sintiendo su verga en mi trasero, poco a poco hico presión más y más , yo solo me dejaba hacer todo, estaba extasiado de placer, me penetro lentamente solté un gemido de placer- ¿estas bien?- me pregunto-si, si- conteste, así estuvimos un rato y lentamente me recostó sobre el sillón, sin sacar su pene. me acariciaba, y besaba muy tiernamente, saco su miembro erecto, y me acerco a él, se sentó, y me jalo hacia el para que me sentara encima de él, quedando frente a frente yo con las piernas enredadas en su espalda, moviéndose rítmicamente por un largo tiempo, -me voy a venir- le dije- hazlo- comento, empecé a sentir esas contracciones que te avisan que estas a punto de terminar – ahhhhh- empecé a venirme con gran placer, unos segundos después él también empezó a venirse, terminando los dos, nos quedamos así unos minutos mas, acariciándonos, besándonos, mirándonos a los ojos. nos dimos un baño y nos quedamos dormidos los dos, abrazados.

Ese, fue el inicio de una relación llena de amor, pasión y mucho sexo.

FUENTE: MARQUEZE