Mi comienzo sexual con el dotado de mi Primo - Segunda Parte

2da Parte de Mi comienzo sexual con el dotado de Primo.

El flor de pedazo que había visto en ese cuarto me taladraba la cabeza. No podía creer que alguien fuera capaz de tener semejante herramienta entre las piernas. Si bien es cierto que a mi primo se le notaba de todas formas, verlo en vivo y en directo era lo mas.
No pude dejar de pensar en eso y reconozco haberme hecho un sin fin de pajas de todas las formas habidas y por haber.
Pasaron los días y yo me decía a mi mismo que haría lo imposible para por lo menos, tocarla.
Un domingo por la tarde estabamos con mi primo mirando un documental en su dormitorio y me animé a preguntarle el motivo por el cual la puta había gritado tanto. Haciendome bien el boludo le dije que creía que la trola estaba exagerando. Entonces el con total naturalidad se bajo el short y dejó caer para un costado su pija muerta que debe medir unos doce centímetros. Yo siguiendo con mi plan le dije que no veía gran cosa, a lo que el me contesto que si la acariciaba un poco, entendería. Riendome nerviosamente le dije que cortara porque yo no era ningún trolo, aunque moría por tirarme de cabeza y zambullirme con mi boca en ese trozo de carne.
Pasaron un par de días y una noche mi primo llegó medio borracho de una fiesta a la cual había salido con una de sus novias. Como no se podía mantener en pie, mi tía me pidio que la ayudara a meterlo a la ducha para darle una refrescada. En ese momento me dije que era la oportunidad para aprovecharme de la situación.
Le pedi que se apoyara en mi y los dos con un poco de esfuerzo, logramos pasar por la puerta. una vez adentro del baño heché llave y le pedí que se sentara un minuto en el inodoro mientras hacía correr un poco de agua. El se cagaba de risa y me preguntaba si lo iba a bañar. Yo le contesté que si el no podía solo me ofrecía a enjabonarle la espalda. Comencé por sacarle las zapatillas y las medias. El intentaba desabrocharce el pantalón, pero por mas que intentaba no conseguía desprenderse el cinturón. Le dije que me dejara a mi. Me arrodillé y con mi cabeza muy cerca de su pelvis me tomé todo el tiempo necesario para comenzar a bajar su jeans de a poco. Debajo traía un boxer ajustado al cuerpo que marcaba de sobre manera el bulto de mis sueños. Advertí que su pija comenzaba a ponerse dura. Le pregunté si se metería así en la ducha pero el me respondió que si me animaba, le sacara todo, y así fue.
Comence a bajarle de a poco el boxer. Podia ver como las primeras matas de pendejos se asomaban a través del elástico de su ropa interior. Gocé ese momento pensando que sería lo unico que podría conseguir. Cuando al fin tuve toda su pija frente a mi, el me miró y me preguntó: Y ahora que? Conseguiste que se ponga dura, no vas a hacer nada por mi?
La tomé con mis dos manos y sobraba verga por todos lados. Medía mas de 20 cm pero mas me llamaba la atención el grosor. Pasé mi lengua intentando abarcar toda su cabeza y pude sentir un gusto salado que inundó mi boca y me hizo calentar a mil. Abrí mis labios para intentar tragarme lo máximo posible, pero solo lograba meter su cabeza descubierta.
Me llamaba la atención su dureza, era una piedra de dura. Alternaba de a ratos la mamada con una buena paja. Al cabo de un rato me dijo que iba a acabar. Me apresuré para abrir al máximo mi boca y comenzó a escupir su leche abundante y espesa, dulce como un nectar que tragué felíz.
El con toda naturalidad apretó la cabeza de su verga con los dedos para sacar afuera hasta la última gota de su leche y me pidió que se la dejara bien limpita, pase mi lengua y degusté todo hasta el final. A continuación se metió en la ducha con un poco de dificultad, mientras yo comenzaba a hacerme una paja para terminar con mi agonía. Pude observar por el espejo que el me observaba de tanto en tanto sin hacer ningún comentario, hasta que escupí en el inodoro chorros de leche como si fuera la última vez. Todavía conservaba el gusto de su semen en mi boca.
Terminó su baño y sin decir nada mas, me pidió que lo acompañe a su cama. Así lo hice y pude verlo dormir en seguida.
Al día siguiente se dirigió a mi como si nada hubiera ocurrido, y a mi me quedó la sensación de que todo lo que había pasado había sido efecto de una noche de alcohol.
Quería llegar a la próxima parada y sentirlo adentro mío. Así que tendría que idear la forma de conseguirlo.

Este relato es 100% real.
En la tercera parte contaré como con mucho trabajo y paciencia, mi primo me rompio todo el orto y para toda la vida.
Agradezco tus comentarios. Espero que te haya gustado.