Después de mi anterior posteos en poringa ya me estaba haciendo a la idea de que mi salida del placard era inminente. Cada vez dejaba más comentarios en los post de arcoiris, miraba pijas sin prejuicios, me tocaba el culo a puro placer y sin remordimientos.
Incluso estaba pensando en cómo iba a ser mi primera vez. Había revisado un par de páginas en internet y ya me habían recomendado una travesti para empezar, pero todo fue distinto.
Resulta que poringa es más conocido de lo que creo. Como soy bien tímido, nunca hablo sobre este tipo de páginas, por eso no tengo idea si mis amigos también la visitan. Me di cuenta de ello al final de un partido de basquet cuando me fui a duchar al bestuario.
Muy pocas veces me baño en el bestuario, antes por el temor a los hongos y ahora por el temor a andar mirando y que se den cuenta. Ese día eramos tres que nos estabamos duchando comentando el partido que, por suerte, habíamos ganado. Luego de unos cuantos análisis, se fueron dos y quedó sólo Andrés. Yo me puse shampoo en el pelo y cerré los ojos con todo. En ese instante escucho: "yo a esa la conozco". De verdad que ni me imaginé a que estaba haciendo referencia y el dialogo siguió:
Yo: - Que cosa?
Andres: Dale, boludo... Si vi el video que colgaste en poringa.
yo: Anda a cagar forro.
A: está todo bien, no pasa nada. Yo no le cuento a nadie.
Yo: Pero no seas tarado, ni se que es poringa.
A: Como quieras. igual yo entré de casualidad. Debe ser que me equivoqué
Yo: posteaste algo ahí vos?
A: sólo pavadas de otros, las cosas mías no me animo. Tengo un par de fotos de unos gatos que salían conmigo pero no las quiero quemar...
Nos quedamos en silencio y yo seguí lavandome el pelo. De repente, siento unas caricias hermosas en mis huevos que rápidamente suben a mi pija y al instante se pone dura, durísima. Y Andrés dice: "Viste que era esta, yo nunca me equivoco". Yo lancé un suspiro insuperable pero me negué con reflejos bastante lentos. después de un minuto de paja que me estaba haciendo, firme dije: -salí de aca puto!-
Él sonrió y me dió un beso en la boca a lo que contesté con un lenguetazo terrible que le llegó hasta la garganta. Ahí nos separamos e invitó: -dale, cambiate que vamos al auto-.
En silencio seguí las instrucciones. Sin decir una palabra, nos fuimos hasta la costanera. Cuando pronunció: "muy lindo tu relato también" me puse rojo. El comenzó a hacerme masajes en la pija atravezando mis pantalones y deseos. Yo estaba entre paralizado y pálido. "Dejá, sé que es tu primera vez". Frenó el auto, sin cesar sus masajes. bajó la cabeza y comenzó a petearme de una manera increible. Sin dientes y a pura lengua: increiblemente rico. Estiré mi mano y le agarré su pija que ya había visto con placer y en su máxima extensión en el vestuario. Lo fui apartando con mis manos y empecé a chuparle toda la verga mientras andrés me metía unos de sus dedos en el culo. Frases imponentes me pronunciaba y yo ni las sentía porque me extasiaba el placer de estar mamando y sintiendo aquel dedo. Con la otra mano, me reclinó el asiento y, con dulzura, me pidió: "date vuelta". Por supuesto que le hice caso, tenía unas ganas terribles de sentir su verga. Comenzó con un beso de la puta madre que casi me hace acabar. Por eso le pedí: "por favor, metemela". Frenó los besos, empezó a puertear y de a poco fue entrando. Con una de sus manos comenzó a pajearme y yo sentía como mi culo se abría frente a la inmensidad de su pito. Bombeó y bombeó y yo fui soltando una eternidad de chorros de leche. Después de haber acabado, él lanzó un grito enorme y masculino y yo sentí como su sémen recorría mi ano. Nos dimos un beso para el final y nos vestimos.
Me llevó a mi casa, nos saludamos con un: "nos vemos el lunes en el entrenamiento"
Saludos
Aprobar
PD: No se emocionen, todavía sigo inventando estas historias.
Incluso estaba pensando en cómo iba a ser mi primera vez. Había revisado un par de páginas en internet y ya me habían recomendado una travesti para empezar, pero todo fue distinto.
Resulta que poringa es más conocido de lo que creo. Como soy bien tímido, nunca hablo sobre este tipo de páginas, por eso no tengo idea si mis amigos también la visitan. Me di cuenta de ello al final de un partido de basquet cuando me fui a duchar al bestuario.
Muy pocas veces me baño en el bestuario, antes por el temor a los hongos y ahora por el temor a andar mirando y que se den cuenta. Ese día eramos tres que nos estabamos duchando comentando el partido que, por suerte, habíamos ganado. Luego de unos cuantos análisis, se fueron dos y quedó sólo Andrés. Yo me puse shampoo en el pelo y cerré los ojos con todo. En ese instante escucho: "yo a esa la conozco". De verdad que ni me imaginé a que estaba haciendo referencia y el dialogo siguió:
Yo: - Que cosa?
Andres: Dale, boludo... Si vi el video que colgaste en poringa.
yo: Anda a cagar forro.
A: está todo bien, no pasa nada. Yo no le cuento a nadie.
Yo: Pero no seas tarado, ni se que es poringa.
A: Como quieras. igual yo entré de casualidad. Debe ser que me equivoqué
Yo: posteaste algo ahí vos?
A: sólo pavadas de otros, las cosas mías no me animo. Tengo un par de fotos de unos gatos que salían conmigo pero no las quiero quemar...
Nos quedamos en silencio y yo seguí lavandome el pelo. De repente, siento unas caricias hermosas en mis huevos que rápidamente suben a mi pija y al instante se pone dura, durísima. Y Andrés dice: "Viste que era esta, yo nunca me equivoco". Yo lancé un suspiro insuperable pero me negué con reflejos bastante lentos. después de un minuto de paja que me estaba haciendo, firme dije: -salí de aca puto!-
Él sonrió y me dió un beso en la boca a lo que contesté con un lenguetazo terrible que le llegó hasta la garganta. Ahí nos separamos e invitó: -dale, cambiate que vamos al auto-.
En silencio seguí las instrucciones. Sin decir una palabra, nos fuimos hasta la costanera. Cuando pronunció: "muy lindo tu relato también" me puse rojo. El comenzó a hacerme masajes en la pija atravezando mis pantalones y deseos. Yo estaba entre paralizado y pálido. "Dejá, sé que es tu primera vez". Frenó el auto, sin cesar sus masajes. bajó la cabeza y comenzó a petearme de una manera increible. Sin dientes y a pura lengua: increiblemente rico. Estiré mi mano y le agarré su pija que ya había visto con placer y en su máxima extensión en el vestuario. Lo fui apartando con mis manos y empecé a chuparle toda la verga mientras andrés me metía unos de sus dedos en el culo. Frases imponentes me pronunciaba y yo ni las sentía porque me extasiaba el placer de estar mamando y sintiendo aquel dedo. Con la otra mano, me reclinó el asiento y, con dulzura, me pidió: "date vuelta". Por supuesto que le hice caso, tenía unas ganas terribles de sentir su verga. Comenzó con un beso de la puta madre que casi me hace acabar. Por eso le pedí: "por favor, metemela". Frenó los besos, empezó a puertear y de a poco fue entrando. Con una de sus manos comenzó a pajearme y yo sentía como mi culo se abría frente a la inmensidad de su pito. Bombeó y bombeó y yo fui soltando una eternidad de chorros de leche. Después de haber acabado, él lanzó un grito enorme y masculino y yo sentí como su sémen recorría mi ano. Nos dimos un beso para el final y nos vestimos.
Me llevó a mi casa, nos saludamos con un: "nos vemos el lunes en el entrenamiento"
Saludos
Aprobar
PD: No se emocionen, todavía sigo inventando estas historias.
12 comentarios - Me descubrieron (2 Relato gay propio)
que pelotudo 🤦
buena historia.. 😉
pero me gusto y soy nuebo en esta baina
Tubo buena...